Un Destino Forjado a Fuego.

Capitulo 12: Evolucionando.

POV, Normal.

El tiempo pasa, los dias pasaron, las décadas pasaron y un siglo pasó. Para los seres Inmortales y Divinos, eso no es más que un suspiro. Un parpadeo. Una simple exhalación.

Para los seres mortales, eso es mucho tiempo. Especialmente en los albores de la vida mortal más contemporánea. Pequeños mamíferos, reptiles e insectos recorren los bosques, praderas y pantanos del mundo. Aves gigantes que sobrevuelan los cielos, y mamíferos gigantes que acampan a sus anchas donde les plazca con pocas autoridades a las que someterse.

La era de los sangre caliente habia comenzado.

Y el más resaltante de ellos, era un ser que caminaba erguido y con cinco dedos en cada una de sus extremidades, donde se incluye un pulgar en ambas extremidades.

Creados por Prometeo, y su hermano, Epimeteo.

Ambos Titanes decidieron dar origen a la vida como es conocida actualmente. Y los Humanos actuales, son su mayor creación.

Aunque no sean los originales. 

No fue una idea original de Prometeo, o de su hermano Epimeteo, ambos usaron la plantilla de creación de alguien más. Y de ahí surgieron los Humanos, pero el proceso de creación fue difícil en un ser tan complejo, tuvo que intentarlo muchas veces y con varios intentos que tuvieron resultados diferentes en ambientes diferentes.

Y no fueron los primeros de hecho, alrededor del mundo, mucho Panteones ya tienen Humanos.

Quien fue el primero en crear a los Humanos esa es una muy buena pregunta, con una respuesta difícil. Y cada Panteón dirá algo diferente según se lo pregunte, y como se lo preguntes.

El caso es que, encuentres al Dios correcto.

Pero volviendo al tema.

La era Humanidad había comenzado, pero los Dioses y seres superiores siguen gobernando impunemente y ahora con los Humanos, tienen juguetes con los cuales entretenerse. Aunque sean unos primitivos, no fue solo hasta unas cuantas décadas desde que Prometeo decidió arbitrariamente darles el fuego.

Aunque fue algo 'bueno' a largo plazo, Deidades como la Diosa del Conocimiento, Atenea, les dio su bendición. Ella fue uno de los pocos Dioses que lo hicieron por buena voluntad, otros fueron por razones egoístas.

Como el Dios de la Guerra Ares, que quería sirvientes prescindibles para hacer la guerra.

Como quiera que sea, la Humanidad ahora intentaba prosperar en un mundo con Dioses y seres Divinos capaces de acabar con ellos como si fueran simples insectos.

Algunos les fue mejor que a otros.

Como los que viven cerca de las montañas 'sagradas' que fueron reclamadas por cierto Dios Griego que no es parte del Panteón Olímpico, a pesar de sus constantes relaciones con ciertos Dioses del mismo Olimpo.

A lo largo de los años, Hefesto fue reclamando partes poco interesantes del territorio Griego. Todas ellas montañas y volcanes apartadas del Olimpo. No fue un asunto fácil, ya habia seres que vivían ahí desde mucho antes de que Hefesto naciera, así que tuvo que darles algo que los motivara a irse por las buenas.

Oro, joyas y comida. 

Cualquier cosa que evitara un enfrentamiento, y el ganarse una mala reputación. Hefesto fue cuidadoso y metódico. Les dio regalos para motivarlos. La mayoría lo hizo por su propia voluntad, otros necesitaron más convencimiento, pero pudieron ceder con el suficiente oro y material que fuera de su interés.

Las Dríades de las montañas, las Oréades, fueron mucho más fáciles de convencer. Ellas ya tenían interés en Hefesto y estaban dispuestas ha hacer el trato a cambio de poder seguir viviendo en las montañas. Por decir poco, casi todas se volvieron sus amantes de una o de otra forma.