Muerto como un humano, renacido como un Dios despreciado por su madre, destinado a ser despreciado por su familia, engañado por su esposa.
Pero no lo tolerare, no soportare la basura de Dioses arrogantes que creen que pueden hacer lo que quieran.
Yo...
Un fuerte sonido resonó entre las viejas paredes de roca, manchadas de musgo y suciedad de hace milenios. El polvo asentado hace demasiado tiempo fue sacudido y cayó al húmedo suelo.
Hefesto se limpió el polvo de los hombros y siguió su caminar, quitando a puñetazos y a patadas cualquiera cosa que se le atravesase.
Quería limpiar este lugar rápido.
*¡Pum!* *¡Pawk!* *¡Pum!*
Dos puñetazos y una patada fue todo lo que se necesitaba para destruir un esqueleto con armadura, y hacerlo desaparecer al completa. Ni polvo quedó. Solo una pequeña luz, que voló hasta el cuerpo de Hefesto, y se introdujo dentro de él.
Sin detenerse, siguió caminando por las cloacas infestadas de no-muertos y ratas gigantes.
" ... ". Dando un giro rápido, Hefesto da una patada baja que rompe la rodilla de un esqueleto.
*¡Crack!*
El esqueleto cae, Hefesto le rompe el cráneo poniendo su pie encima. Siguió su camino sin detenerse, solo moviendo para esquivar las flechas y virotes que le lanzaban. Cada vez se reunían más esqueletos, los más difíciles eran lo que se mantenían distancia.
*Tick~* *Tick~* *Tick~* *Tick~*
Las puntas de flechas y virotes golpean en suelo, rompiéndose en el proceso.
*Click~*
*¡PUM!* *¡PUM!* *¡PUM!* *¡PUM!*
El fuerte sonido resonó en todas las cámaras subterráneas, alertando y atrayendo a todos sus habitantes.
Hefesto mantuvo en Revolver Terran en su mano, lo necesitaría pronto. Ignoro las pequeñas luces blanquecinas que se levantaban de los esqueletos y se acercaban a él, no lo dañan de ninguna manera.
*¡PatPatPatPatPat!*
Corriendo rápidamente, Hefesto se adentro más en las cloacas del Santuario del Enlace. Pasando por pasillos y cámaras oscurecidas y envejecidas, todo lo que vio le recordaba a la Mazmorra cuando comenzó.
Cosa que no era raro tomando en cuenta, que ambos son de Dark Souls.
Hefesto se detiene rápidamente, sus zapatos derrapan en el suelo inundado, manchandose con la suciedad en el agua estancada. Seis esqueletos armados los esperaban, y se lanzaban a atacar inmediatamente cuando llegó el herrero.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
****Craaaa~****
Los huesos viejos de los esqueletos reanimados rechinan entre movimientos, sus armas son levantadas y preparadas para atacar.
Pero Hefesto no los deja.
Agarrado el revólver desde el cañón, Hefesto lo utiliza como martillo.
