Constelación [Litcko]

17

Ashley lloraba desconsoladamente en el hombro de Daniel mientras éste acariciaba ligeramente su espalda.

Matías acariciaba la mano de Mauro el cual estaba sumido en sus pensamientos analizando detenidamente a la chica que se deshacía en llanto.

También estaban Jack y su hermana Isabel,hace un rato ya que Bárbara se había ido.

Cuando los sollozos comenzaron a disminuir el silencio abrumador envolvió a todos los adolescentes y es que,¿qué era lo apropiado de decir en una situación cómo esa?

¿Lamento tu perdida?

¿Deseo resignación para tu alma?

¿Ojalá sanes pronto?

-Fue tan rápido-

La débil voz de Ashley inundó los oídos de todos,Mauro se acerco un poco y la abrazó haciendo que nuevamente la chica cayera en llanto.

Daniel acarició su cabello y miro a Spallati pero éste solo miraba sus pies,no eran nada buenos consolando a las personas.

-Matías,eh,¿podemos hablar?-

Ignacio analizó a la chica frente a sí,suspirando,Isabel,como olvidar a esa linda pelirroja que fue pieza fundamental en su vida durante un largo lapso de tiempo,su primer y hasta el momento única novia.

Asintió y salieron de la habitación.

-¿Qué querías decirme?-

-Paso mucho tiempo de la última vez que hablamos ya,y,jamás pensé que cuando volviéramos a estar frente a frente sería por una situación así-

El castaño miro detenidamente a la chica,sabia que algo andaba mal,no solo por sus ojos cansados con notables ojeras los cuales también estaban cristalizados,su cabello desordenado,su aspecto descuidado y sus manos temblorosas.

-Ella era mi amiga- Smith apretó los labios para no dejar salir algún lamento- Sé que me aparté por mucho tiempo pero,en verdad tenía la intención de volver a hablarle pero- Lamió su labio y miro sus manos evitando la fija mirada de su acompañante- Se me acabo el tiempo-

Matías asintió y se acerco para envolverla entre sus brazos en un cálido y reconfortante abrazo.

-Está bien Isa,a veces no nos damos cuenta que el tiempo no siempre nos jugará a favor-

Beso su cabeza y la dejo llorar en su hombro,la dejo deshacerse de todo el dolor que seguramente traía atorado y no solo de esta situación.

Y es que el tampoco podía creerlo aún.

Jazmín se había ido.

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Monzón mantenía su cabeza ocupada por cientos de pensamientos,por su cuerpo pasaban demasiadas emociones entre ellas la culpa.