CAPITULO 15

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La luna llena brillaba sobre Hogwarts en un bello cielo despejado, en este momento mucha gente ha de estar disfrutando el hermoso paisaje. Excepto Eric Joestar, el joven mago había aprovechado las capacidades de su elfo doméstico y se encontraba ahora en la infame "Casa de los gritos" en las afueras de Hogsmeade.

El mago de ojos dorados había decidido que la casa embrujada sería una buena base de operaciones y más importante aún, el lugar perfecto para pasar por el proceso de convertirse en un animago. Así que sin más espera abrió una de las ventanas en el segundo piso permitiendo que la luz de la luna inundara la habitación, tal y como requería la preparación.

Eric saco cuidadosamente la hoja de mandrágora ensalivada del interior de su boca y la mesclo en un frasquito con uno de sus cabellos, la cucharadita de roció y la crisálida de polilla. Se había tomado su tiempo para hacerlo perfecto, luego la tapo y envolvió el frasco en una tela gruesa y la guardo en un pequeño cofre que escondió debajo de unas tablas. La poción debía reposar en un lugar tranquilo y oscuro donde no debía ser tocada por ningún rayo de luz. Y para asegurarse de que no sea tocada Eric tallo con su varita un esquema de runas que evitaría que alguien la tocara.

-Amato animo animato animagus- canto el hechizo con la varita en su corazón, un brillo amarillo le confirmo que había salido perfectamente –Hasta la tormenta- se despidió de la pasión y con su trabajo hecho Skippy lo llevo justo fuera de su dormitorio. El día siguiente seria sábado así que podría recuperar el sueño perdido.

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Eric se levantó a la mañana siguiente sintiéndose revitalizado. Ron había intentado despertarlo hace un rato pero el mago de ojos dorados amenazo con convertirlo en una cucaracha para poder seguir durmiendo, estaba seguro de que no sería nada importante. Podrían decir que es grosero de su parte pero ya se había despertado antes al amanecer para lanzar el encantamiento de animago, el cual debe hacerse todos los días al amanecer y al anochecer sin falta.

Al ser un fin de semana no era necesario usar el uniforme por lo que nuestro protagonista salió de la sala común vistiendo unos jeans, una camisa gris Y un saco negro. No tenía nada planeado para el día y tenía pensado descansar todo lo posible antes de que todo se valla al diablo, si es que sucedía. Sacudiendo todo pensamiento sobre la trama del segundo libro Eric siguió su camino hacia el comedor para alimentarse, eran casi las 10 am pero esperaba consumir un desayuno ligero un té, tal vez, y algunas tostadas.

Mientras nuestro prota caminaba por los a veces infinitos pasillos de Hogwarts sus pensamientos sobre comida fueron interrumpidos por el griterío de otros estudiantes. Curioso, Eric decide acercarse, en caso de que tal vez el basilisco se halla soltado antes de tiempo, sin embargo se alivió y se enfadó al descubrir que el escandalo se trataba de dos chicos y tres chicas de Ravenclaw molestando a una cuarta chica. Los dos chicos se estaban arrojando una especie de revista manteniéndola lejos de la pequeña rubia mientras las chicas se reían y la llamaban ¿Lunática?

Eric se detuvo abruptamente con los ojos bien abiertos cuando se dio cuenta de quién era. Resoplo con molestia y acerco a paso veloz arrebatando la revista cuando estaba en el aire. Al ver su diversión interrumpido los cuervos (estudiantes de Ravenclaw) le dieron toda su atención.

-Es suficiente, váyanse- dijo Eric en voz monótona pero intimidante.

-No te metas Joest...- sea lo que fuera que iba decir fue cortado cuando Eric lo golpeo con la revista con fuerza suficiente como para hacer que volteara su rostro.

-Fuera- dijo nuevamente.

-¡Ya verás!- amenazo el segundo sacando su varita.

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El mago extranjeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora