Guapo: estás despierta?
Son las 3 de la mañana de un domingo, la respuesta es sí.
Bianca: para ti? Siempre
Guapo: coqueta
Bianca: y te encanta
Guapo: no puedo discutir contra argumentos tan sólidos
Guapo: puedo preguntarte algo?
Me incorporo y enciendo la luz de mi mesita de noche, meditando mis siguientes palabras, pensando en las miles de cosas que podría preguntarme.
Su cumpleaños es en cuatro días, sé de qué puede ir la pregunta. Sé lo que puede pasar.
Lo conversé con Rick y Lena, me mentalicé y decidí que, si bien no estoy lista para conocer a sus padres, en caso de que me lo pregunte, la idea no me altera demasiado como para rechazarlo.
Le haría feliz, eso debería ser suficiente.
Solo esperaba estar equivocada.
Bianca: okey...?
Guapo: la próxima semana es mi cumpleaños...
6 de marzo. Cumpliríamos un par de días después de eso cuatro meses juntos. Lo sabía.
Guapo: Y mis padres quieren que vaya a verlos el fin de semana, para estar el sábado juntos.
Guapo: está bien si no quieres, pero estaba pensando que quizás querrías acompañarme.
Guapo: quieres venir conmigo a Catacan?
Silencio... No solo el literal, sino también el metafórico. Mi mente no ideaba nada, estaba congelado en el momento. Un ligero escalofrío comienza a deslizarse por mi espalda, y genera que vuelva a la realidad.
No esperaba una reacción así de mi parte.
Respirar duele.
Siento sudor frío deslizarse por mi cuerpo, mi mente, por todas partes. Estoy paralizada. Un pequeño pitito en mi oído es lo único que me recuerda que viva.
¿Por qué no puedo ser normal y decir que sí, sin miedo?
¿O decir no, exactamente por miedo?
Guapo: no debí decir nada, lo siento
Guapo: sé que recién estamos comenzando, no debería apresurar las cosas. Está bien si dices que no
Guapo: era solo una idea.
Lo entristecí.
Dios, lo entristecí. Eso no debería pasar, no debería hacerle daño, no debería lastimarlo. No a él.
Bianca: está bien.
Mis manos tiemblan cuando escribo el mensaje.
Guapo: en serio?
No.
Bianca: sí, en serio.
Bianca: Cuéntame más al respecto mañana.
Bianca: tengo sueño
No espero su respuesta, suelto el teléfono y corro al baño. Bilis sale de mi boca cuando vomito.
No sé cuánto tiempo más podré hacer esto, no sé cuánto tiempo más podré seguir hiriéndome porque lo quiero.
Porque lo quiero de verdad, y no sé si es eso lo que me hace daño... O el hecho de que lo quiero más de lo que me amo a mi.
ESTÁS LEYENDO
Un Café al Atardecer
Romance"El café debe ser negro como el diablo, caliente como el infierno, puro como un ángel, dulce como el amor" (Talleyrand). Bianca está cautivada por el desconocido que todos los días va a la cafetería a tomar café, negro, pero no es hasta que su rutin...