13

2.7K 289 66
                                    

Maratón 3/3

Ty no deja de pasearse por mi cuarto como animal enjaulado.

—Necesito detalles, hija, detalles —Repite como por doceava vez.

—Llegó a rescatar a su amigo, el borrachín, y yo le pregunté si quería salir conmigo. Eso fue todo.

—¿Y él qué dijo?

—Nada, se sonrojo, y su amigo aceptó en su lugar. La verdad es que parecía muy confundido.

Se deja caer frustrado en mi cama.

—No lo entiendo, ¿por qué no se puso a proclamarte su amor eterno ahí mismo? Digo, una mujer como tú me pide salir, y yo le ofrezco mi apellido en ese momento.

—Hay tantas cosas incorrectas en lo que acabas de decir que prefiero no comentar —Suspiro, y agrego—: Además, esta no es una de tus novelas malas, este es el mundo real. Y Nain es tímido, peligrosamente tímido, casi patológicamente tímido.

Lo cual me parece encantador. A cualquier otra chica le atraería un hombre de carácter fuerte, un "macho alfa", lo cual está bien... Pero no es lo mío. No es que tenga un tipo, porque no lo tengo, pero si tengo una debilidad por las personas tímidas y de bajo perfil.

Es que me encanta verlos sonrojarse y pensar "ternurita".

—¿Cómo van a coordinar la cita? —Pregunta mi amigo—. Y si me respondes que por señales de humo, me voy. En serio.

—Graham me envío su número hace un rato, pero no sé si escribirle aun.

De nuevo, ese burbujeo que me genera la idea que me rechace se hace presente en mi estómago. Me quiero engañar diciendo que está bien, que es común, un rechazo más o uno menos, pero la verdad es que me da miedo ser rechazada por alguien a quien estoy dispuesto a entrar en mi vida por más que solo unas citas.

Esa es la diferencia que hay con el resto de las personas con las que he salido. Con ellas no tenía planeado más que unas citas o una follada casual, con Nain se siente distinto. Más real y adulto. Más permanente.

¿Me entusiasma? Si. ¿Me cago del miedo que me produce? También.

—Los heterosexuales son tan dramáticos —Rueda los ojos y me quita el teléfono—. Solo tienes que llamar y ya.

—Primero, soy bisexual. Segundo, ¿osas llamarme dramática cuando hace tres... No, dos días me llamaste llorando porque no había jugo de maracuyá en el supermercado de tu cuadra?

—Lloraba porque descontinuaron la marca, no por el jugo —Señala como si fuese importante aclararlo. Me alarga mi teléfono—. Está marcando.

—¡¿Qué?! —Exclamo tomando el teléfono—. No estoy lista, no sé qué decirle.

—Puedes empezar con un "hola" —Indica, divertido—. Generalmente es lo más sensato.

Está bien. Estará bien. Solo es hablar por teléfono, ponernos de acuerdo sobre la cita. Todo saldrá bien.

Dos, tres tonos, mi corazón comienza a calmarse cuando me doy cuenta de que podría no contestar.

Pero no tengo esa suerte, porque al quinto tono contesta con una tranquilidad sorprendente.

—¿Diga?

—¿Nain? —Responde un "mhm" afirmativo—. Es Bianca.

A continuación escucho algo romperse de forma estrepitosa y a Graham gritar de fondo algo que pudo haber sido "Esa era mi taza favorita" o "Voy a llamar a mi tía". No estoy del todo segura.

—Ho-hola —Tartamudea con torpeza. Puedo visualizarlo con demasiada sencillez en mi cabeza: mejillas sonrojadas, ojos evitando contacto y sus manos jugando con nerviosismo—. N-no esperaba que llamases.

—Graham me dio tu número —Explico, caminando por mi cuarto bajo la atenta mirada de Tyler—. Quería hablarte de la cita —Se queda en silencio, y me entra el pánico—. ¿Quieres salir conmigo, cierto?

—¡Por supuesto! —Exclama un poco más fuerte de lo necesario—. Lo-lo siento, no quería parecer impetuoso. Sí quiero.

—Como Graham me había respondido en tu nombre, creí que quizás querrías retractarte.

—Bianca —Dice mi nombre y algo se remueve en la base de mi estómago—. Sí quiero salir contigo. Me encantaría, la verdad.

Suelto el aire que estaba reteniendo. Ty me dedica una ceja alzada, entre divertido y curioso.

—Bien.

—Bien —Repite, un poco menos nervioso—. ¿Qué tienes en mente?

Muchas cosas, y a la vez ninguna. Unas un poco más atrevidas que otras.

Mi mente trabajaba a máxima velocidad. ¿Cine? Muy oscuro, y la verdad es que me pone un poco eso de la oscuridad. ¿Restaurant? Demasiado cliché, lo cual era bueno, pero era una opción para otra ocasión (si es que se daba la posibilidad de "otra ocasión").

—Sorpresa —Digo, procurando pensar en alguna idea—. ¿El viernes te parece?

—P-perfecto —Vuelvo a tartamudear—. Entonces te veré en la cafetería.

—No puedo esperar.

—Somos dos...

Tengo la sensación de que va a decir algo más, pero pasados algunos segundos no dice nada y yo tampoco sé qué más decir. Por un par de segundos escucho su respiración, y cierro mis ojos solo para apreciar un poco más el sonido.

Puedo imaginar con facilidad tener esa respiración a mi lado, en una cama, sábanas cubriéndonos luego de una noche desenfrenada...

Abro los ojos de golpe.

—¡Nos vemos luego! —Me despido acelerada, sintiendo mis mejillas tornarse carmesí.

La abstinencia me está matando. La abstinencia o el hecho de que Nain es adictivo, es... No sé cómo explicarlo. En tan solo unos días, sin siquiera llegar a conocernos, ha logrado... ¿Qué ha logrado?

—Estas taaan jodida —Se burla Ty.

Y yo solo puedo darle la razón. 

Lo prometido es deuda, espero que disfruten mucho de estos caps
No olviden seguirme en redes sociales!!
Instagram: toni_rmm

Un Café al AtardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora