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-mikey- tome su atención mientras caminábamos por un parque de Tokio sujetado de las manos -me podría quedar contigo?- estaba un tanto avergonzada, realemnete ya no quería seguir durmiendo en el panteón

Mikey: y eso?- estaba confundido -pensé que no le gustaba a tu madre-

-bueno... Ella salió de viaje y no me gustaría estar sola- mikey fijo su mirada en aquella maleta

Mikey: te peleaste otra vez con ella?- no sabía que responderle -puedes quedarte el tiempo que quieras, solo no le digas a emma- eso último me sorprendió

-sucede algo?- seguimos caminando

Mikey: bueno hace poco me tuve una pequeña pelea con ella y si me ve contigo en casa le dira a mi abuelo y mi abuelo se molestara por eso- ahora comprendía todo, realmente su abuelo era alguien serio y de pocas palabras -y tus clases?-

-me iré temprano, y volveré por la tarde, así podremos estar más tiempo juntos- me puse adelante de él dándole un abrazo, logré sacarle una pequeña sonrisa

-me iré temprano, y volveré por la tarde, así podremos estar más tiempo juntos- me puse adelante de él dándole un abrazo, logré sacarle una pequeña sonrisa

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Mikey: pasa rápido- mi hizo una seña mirando que nadie viniese

Entre rápido a su habitación en la que ya había estado varias veces. Estuvimos platicando un tiempo, me contaba de todo lo que había pasado en la Toman, las desgracias que siempre le pasaban a takemichi.

Fui a darme una ducha rápida, cuando salí mikey ya estaba completamente dormido, me acosté aún lado de él sintiendo su cálido calor, al poco tiempo caía en un cómodo y tranquilo sueño.

Mi alarma sonó unas cuantas horas después de haberme quedado dormida, aún era muy temprano pero era el tiempo justo para poder llegar a la escuela sin que se me hiciera tarde.

Al salir aún era algo de noche, apenas iba saliendo el sol, camine directo a la estación de tren para tomar el primer tren directo a Roppongi. El camino fue algo largo pero aún me quedaba algo de recorrido para la escuela, aún era algo temprano, pero ya empezaban algunos negocios a abrir, pasé por una florería a comprar una flor que siempre dejaba a la tumba de Teru.

Al llegar a la escuela estaba totalmente sola, era la primera en llegar, jamás pensé que vería tan tranquila la escuela, pues a ser un instituto grande siempre era muy ruidosa.

Lo único que me animaba a continuar llendo a clases era que estaban por concluir las clases y la comida que servían, a pesar de ser comida para más de mil alumnos, cocinaban bien y había una variedad agradable de comida.

Ryusei: animo chicos tan solo faltan 4 días para terminar nuestro año, con suerte conseguiremos más integrantes el próximo año- su emoción era la única entre los 5 que habíamos en aquel salon

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Ryusei: animo chicos tan solo faltan 4 días para terminar nuestro año, con suerte conseguiremos más integrantes el próximo año- su emoción era la única entre los 5 que habíamos en aquel salon

-por qué nunca se meten los de nuevo ingreso?- solté una flecha, ya podía utilizar bien el arco, pero aún batallaba solo me faltaba practicar más

Ayato: bromeas- soltó una flecha sin mirar y dio directo a un 10 -acaso has visto lo horribles que somos en los eventos deportivos-... - por eso ya no participamos-

-bueno si mantienes esa puntería no creo que sean pésimos- mire su flecha y luego la mía que ni siquiera había dado en alguna puntuación -vamos, necesitan motivarse más, que tal si el próximo año nos postulamos al evento deportivo- seguí intentando clavar una flecha al menos a un 5

Ayato: si y ridiculizarnos de nuevo- de todos los integrantes ayato era el más amargado

-nada perdemos con intentarlo, no tenemos que ganar, solo lucirse al menos en lo que son bueno, en la puntería- todos me miraron algo pensativos

Ryusei: seguirás el próximo año en este club?- era la primera vez que lo escuchaba serio

-si prometen participar al evento deportivo el próximo año, estaré con ustedes- sonreí -daré lo máximo de mi para ganar y traer mas integrantes al club- solté mi última flecha que tenia que fue directo a un 8 -PORFIN!- grite emocionada

-si prometen participar al evento deportivo el próximo año, estaré con ustedes- sonreí -daré lo máximo de mi para ganar y traer mas integrantes al club- solté mi última flecha que tenia que fue directo a un 8 -PORFIN!- grite emocionada

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Nuestros últimos 4 días siguieron siendo los mísmos, yo seguía quédandome en casa de mikey y llendome en la madrugada. No había visto a los hermanos en los últimos cuatro días, tal vez estaban ocupados con sus pandillas o con sus novias

Mikey: en que piensas?- me abrazo por atrás pegandose mucho a mi mientras daba pequeños besos en mi cuello

-en nada- intentaba quitarlo pero su fuerza era más que la mía -para- dije cuando sentí una de sus manos dirigiéndose a uno de mis pechos

Mikey: Neru~ ya llevamos un año de novios y no hemos hecho nada- seguía en aquella posición, comenzó a llevarme a su cama, mis nervios iban creciendo sabiendo lo que quería llegar

-mi-mikey espera- estaba tumbada en la cama teniendo en cima de mi a mikey -no creo que sea buena idea-

Mikey: acaso no me amas?- me dio un pequeño beso

-claro pero, y si quedó emb- no me dejó continuar

Mikey: para eso existe la protección cariño- acaricio una de mis mejillas -si me amaras harías esto por mi, al igual que yo me arriesgo dejándote quedar aquí-... - pero no te preocupes, no te obligarte hacer algo que no quieras-

-no- tome una de sus manos - solo es que, tengo miedo- realmente estaba  insegura de hacerlo, pero tal vez si no accedía se enojaria conmigo y volvería a dormir en la calle. Mikey era lo único que me quedaba, era mi único apoyo que tenía justo ahora, no quería perderlo, así que terminé accediendo a su propuesta

Mikey: tranquila, seré gentil- tomo mi mano dando un pequeño beso en esta

La situación comenzó a surgir, sentía un nudo enorme en mi estómago, junto con un enorme nervio, mikey por su parte continuo quitando de poco a poco la ropa de los dos, me era incómodo que me viera desnuda y también me daba pena verlo, mikey trataba de que mis nerviosismo se fueran pero aún seguían ahí.

Realmente no la estaba pasando bien, mis nervios empezaron a incrementar junto con un dolor punzante en mi intimidad, solté algunas lágrimas por aquel dolor, deseaba que se acabará aquella sensación, mikey pasó de ser gentil a empezar a ser más brusco, mientras incrementaba sus movimientos aquel dolor incrementaba, mi cabeza fue a dar a la hundidura de su cuello, solté algunos pequeños gemidos de dolor, clave mis uñas en su espalda arañando un poco esa zona.

Cuando todo acabó mikey se tumbo a un lado mío intentando tranquilizar su respiración, por mi parte solo me cubrí mi cuerpo, aun sentía pena estar desnuda. El brazo de mikey pasó por debajo de mi cabeza atrayendome hacia el.

Corrompiendo Estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora