Enemigos platónicos. Dulces amantes en secreto.
»Este libro es una colección de Oneshots de los ships Lunter ( Luz y Hunter ) y Lumiter ( Luz, Amity y Hunter )
»Cada Oneshot es de un escritor distinto.
»Ningun relato tiene continuación ( a menos que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lunter
El ambiente de aquella anticuada cabaña estaba bañado en tonos rojizos y anaranjados, y tan acalorado, incluso sin tener prenda que lo cubriera. Podría jurar que afuera el clima estaría a menos cinco grados y él nunca lo notaría estando junto a ella.
La necesidad de tenerla junto a él era superior a lo normal, ¿y cómo no? Sí en ese mismo instante la tenía sobre él con un conjunto de lencería negra con toques de encaje rojo pasión mientras daba sensuales movimientos con su cadera que lograban excitarlo aún más.
Podía ver como poco a poco descendía sus delicadas manos y tomaba su miembro para empezar a masturbarlo con bastante agilidad pues obviamente, esta no era la primera vez que lo hacía. Él solo podía soltar pequeños suspiros y gruñidos de placer mientras se deleitaba de la excitante sensación y la privilegiada imagen que tenía enfrente.
La joven morena poco a poco acercaba sus carnosos y dulces labios sabor cereza hacia su miembro para empezar a repartir besos sobre este mismo, comenzando a lamerlo desde la base hasta la punta mientras masajeaba sus testículos de forma torturosamente placentera.
Cada vez sentía más cerca el tan esperado orgasmo, pero no contó con que su novia le diera un oral. La joven morena abrió su boca para empezar a introducir la virilidad de su novio en esta de forma tortuosa, aunque muy lujuriosa. Empezó a sacarlo y a meterlo cada vez más rápido y más profundo, tanto que empezaba a ahogarse del éxtasis, más no parecía querer parar.
Por otro lado el peli cenizo estaba hecho todo un desastre sonrojado mientras se mordía el labio de forma sexy y cerraba sus ojos con fuerza debido al gran placer que sentía por las acciones de su chica.
Suspiros, jadeos y gruñidos roncos incontrolables salían de sus labios sabor a lima que volvían loca a la chica que tenía encima, complaciendolo.
¿En qué momento llegó aquí? No lo sabía, pero tampoco le importaba. Era demasiado buena haciéndolo que no podía esperar ni un segundo más para penetrarla y sacarle tantos suspiros, jadeos y gemidos como pudiese. Probablemente romperían la cama, pero, ¿qué importaba?
El calor, aquellos sensuales vaivenes de su cadera y aquella experta boquita. Simplemente ya no aguantaba.
Con un ronco y sensual gemido se corrió en la boca de la joven sin previo aviso pero, para su sorpresa, tomaba gustosa hasta la última gota de semen, aunque no pudo evitar toser por la gran abundante cantidad.
Levantó la mirada sonrojada para lanzarse sobre él y besarlo de forma apasionada y nada santa mientras el contrario trataba de regular su respiración entre beso y beso.
El movimiento entre sus lenguas y el toque entre sus labios era tan embriagador. Se sentían embelesados por el otro.
Luz se separó del beso sonrojada y con la respiración agitada, al igual que su corazón, para empezar a descender con suaves besos hasta el cuello de Hunter y empezar a repartir besos en aquella zona, succionar y morder sin descanso.
