"Nos volveremos a ver"

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Había una vez...

Una muchacha muy curiosa, se esforzaba mucho en sus deberes, en su trabajo, se esforzaba por mantener en pie su vida, una periodista muy capaz, sus amistades le decían que disfrutase mas de la vida que el estar abarrotada de trabajo extras.

Una noche a las horas nueve del día nueve en el noveno mes del año, surgió un imprevisto en la prisión de la ciudad, un incendio que cada vez se incrementaba quemando aun mas el establecimiento, aun no sabia las razones por la cual en la prisión de máxima seguridad pudiese haber un incendio, sospechaban de una fuga.

                                      ***

Edificio de Prensa "UNIOM"

9:45 P.M.

- ¡Atención todos!, me acaban de informar que un incendio se esta propagando en la prisión del norte, quiero que vayan y filmen todo, necesito voluntarios, necesito gente capaz.-El director de allí comento con gran rapidez, un hombre regordete y alto, su piel amarillenta y su grandes ojos resaltaban con el habano que se estaba fumando, todos se miraron, la prisión de nortes eran un tanto muy lejana y podría tratarse de una fuga de prisioneros.- Henry, que dices, ¿necesitas gente?.

Henry una hombre bien vestido y arrogante lo observo demostrando un falso interés en el tema, no le apetecía ir a un lugar como ese.

- Por supuesto iré, necesito dos personas mas. - respondió.

- Muy bien que vaya Miguel y Ashly contigo.-finalizo yéndose de allí sin escuchar las objeciones que Miguel le decía porque tendría que viajar mañana para ir donde su familia.

Ashly miro al bastardo de Henry con odio y fastidio, sabia que era un pervertido sin remedio, tenia conocimiento lo que hacia con las secretaria en el baño del edificio. Se levanto para alistar todo su material para grabar el incendio, cámara y grabadoras, comida y botiquín y otras cosas mas.

El señor Miguel un extranjero que trabajaba como chofer y camarógrafo volvió de la oficio de su jefe desanimado, algunos se acercaron a tranquilizarlo ya que era muy apreciado allí.

- Deje el drama.- hablo Henry recibiendo miradas de desprecio. - Ashly, Miguel, vámonos.

                                   *

En un vehículo estaban encaminándose hacia la prisión, la carretera poca iluminada daba un toque siniestro cual película de terror se tratase, el viento leve provocaba el crujir de algunas ramas secas, era una carretera desolada por lo poco transcurrida que era, la policía era controladora en aquella zona pero en esta ocasión era muy extraño no encontrar ni una sola patrulla, ni los bomberos dirigiéndose a la prisión, Miguel había manejado como unos veintitrés minutos y aun no visualizaban la prisión, el señor miguel iba a la velocidad prudente para no chocar con un animal salvaje de aquella zona, pensaba en sus hijos en su familia, iba a viajar después de tantas horas extras, Ashly sin embargo estaba sentaba a lado de Henry que no dejaba de acercarse a ella. Sabia muy bien de sus hazañas con las mujeres del edificio, podía ser caballeroso cuando se proponía conquistar a una mujer, Henry no se daba por vencido Ashly era una puritana pero una tonta para dejarse llevar por una cara bonita como lo era el, a medida que pasaba el tiempo mas disgustaba estaba. Su compañero no dudo en acercarse y con una de su manos acariciar sus muslos para llegar a su entrepierna, a lo que ella le propino una cachetada y pidiendo parar el vehículo.

El coche se detuvo a de improvisto, la joven le agradeció y furiosa salió del automóvil, pero el chofer estaba extrañado por la acción, no había posibilidad que estuviese descompuesto, salió del coche mirando los extremos y no encontró problema en la parte trasera un rastro de gasolina y liquido carmesí se adentraba al bosque a lo que el se acerco a donde desaparecía el rastro de pronto tan como rastro los dos que se encontraban en el otro extremo de la carretera discutiendo fueron sorprendido por el grito del hombre.

- ¡Señor Miguel!- grito la joven periodista.

No había rastro de el.

Asustados la joven quedo atónica por desgarrador grito de auxilio que se escuchaba a lo lejos, mientras que el segundo subió al auto y este no arranco, por mas que lo intentaba el coche no encendía. Las cosas empezaron a empeorar, a los lejos los gritos de Miguel se escuchaban tan desgarradores y cada vez mas débiles, esta siendo lastimado miles de imágenes pasaron por su mentes ocasionando que el temor y miedo se apoderaron de ambos.

El señor Miguel murió.

Lo arrastraron hacia el bosque por los tobillos, lastimando su rostro, su abdomen, su dignidad, vendado y golpeado para proseguir con arrancarles sus miembros: primero sus manos, luego sus pies, jalaron sus extremidades hasta separarlos de su cuerpo, la sangre estaba por doquier haciendo un gran charco de liquido carmín, finalizaron con abrirle el pecho y arrancarle el corazón.

Ashly no tenia movilidad, el corazón se le aceleraba mas, Henry seguía maldiciendo el coche pero de pronto una flecha le alcanzo atravesándole la cabeza cayendo así en la bocina, el sonido del claxon empezó para no parar. Un grupo de personas salió de la maleza disfrazados con trapos viejos, uno de ellos vestía de un traje carmín con un sombrero y una mascara plateada, Ashly cayo de rodillas por podía soportar el shock, fue una inútil, no pudo ayudar a su amigo y a la persona que tanto detestaba que a pesar de maldecirlo tanta veces jamás le deseo la muerte, el hombre de traje hizo un ademan ara que parasen su paso prosiguió en acercarse a la joven para mirarla en cuclillas, acerco su mano a la mejilla de esta y con la otra se quito la mascara.

"Nos volvemos a ver, mi querida".

                                   

—Ashly, ¿Ashly?¡Ashly!

— ¡Sí, Señor! — despierta desaliñada y mareada por levantar rápido su cabeza de su escritorio, mira al hombre frente a ella, su jefe le miraba tajante de sorpresiva acción en el trabajo.— lo lamento.

— Que no vuelva a pasar. Sigueme.— ordena y ambos se dirige a la sala de reuniones, le extrañó porque no había nada más programado.

Miraba a sus alrededores, algunos de sus amigos periodistas iban de un lado a otro, algunas carpetas y papeles abollado en algunos escritorios, el mismo olor a café, tan fuerte y tóxico que se podría decir que sólo se inhalaba cafeína a los pulmones. Le gustaba. De pronto el ascensor se abrió dejando ver al un hombre mayor, era el Señor Miguel con unas cuantas cajas en manos, el corazón se lo comprimido al verlo, él era como su padre y verle se generaba alivio.

— Por favor entra,— le abrió la puerta de la sala y visualizo a un hombre sentado de espalda, no podía verle el rostro. — el será tu nuevo asistente.

Lo señaló y este giro sobre la silla para seguido pararse, un muchacho alto, cabello oscuro y miraba ladina, su postura elegante hacia ella le sorprendió.— Un gusto en conocerla, Ma chère.

Ella sornrio incómoda por el acto, aquel muchacho le resultaba tan familiar, pero aquella aura misterioso la incomodaba.
Tanscurieron más noches hasta que la noche se hizo presento algunos d e los trabajadores se habían retirado, casi lo quedaba nadie, Ashly tenía trabajo que hacer, a su jefe siempre le a gustaba abarrotarle de trabajo extra, pero aveces ella sólo quería tirar aquello al traste e irse a dormir temprano, de pronto se dio cuenta que aquel muchacho nuevo no lo había visto por un tiempo, se extaño y vio a través de las paredes de cristales a los escritores de afuera que ya no había gente en sus asientos, ¿era la única? Se preguntó, se dirigió a los baños entro a lo de mujeres para refrescarse un poco, hasta que afuera del baño de hombres estaba nerviosa por si debía entrar y ¿si le había pasado algo?, dio unos cuantos golpecitos a la puerto y nadie atendio, no recordaba el nombre de aquel chico, decidida y pensando lo peor entro y no había nadie, aún cerca de la puerta:— ¿Hay alguien aquí?— nadie respondió. Giro para irse, cuando de pronto sintió la respiración de alguien atrás suyo, la respiración se le aceleró, su corazón latía con mucha rapidez iba colapsar.

Sintió como se le acerbaba a su oreja con su respiración tan tranquila y pausada. Le generó escalofríos. La sostuvo de los hombros y la giro.

"Nos volvemos a ver, mi querida".




Fin

Había Una VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora