Gourmet

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—¡Maldición! ¡Me cago en su puta madre...! Estoy seguro que le agrego algún tipo de laxante a la comida, joder, ¡claro que le agrego laxante a su comida!— Josuke estaba en el retrete, no paraba de ir al baño una y otra vez desde ayer, supo por obviedad que Yoshikage tenía algo que ver en ello.

—¡Josuke, no sueltes palabrotas mientras estas en el baño! Cielos... Qué crio más irrespetuoso.

—¡Te moleré a golpes, Kira Yoshikage...! ¡Wuaaaghhh!—Su estomago no paraba de sufrir mientras liberaba toda la 'sopa', que el mismísimo Jesús se apiade de él.

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—Vaya, que día mas bonito, definitivamente debería ir a algún restaurante a comer algo delicioso.

Kira caminaba tranquilamente, Moriō-chō era sin duda alguna, su lugar perfecto, la tranquilidad convertida en un pueblo y siendo lo deseado por todas las personas que quieren llevar una vida pacifica.

Caminó casualmente por las calles tan hermosas del pueblo, hubo un restaurante que le llamó bastante la atención.

Trattoria Trussardi.

—Hmm... Veamos que tal esta.

Entrando, notó un aroma suave de varios platillos preparados por una persona, Kira intuyó que solo había un empleado, y ese era el dueño del restaurante... Vaya lugar más extraño.

Había solo tres mesas, dos de ellas estaban ocupadas, realmente era un lugar extraño, capacidad máxima para tres mesas, cada una con 4 sillas, en pocas palabras, solo podían comer 12 personas en el restaurante, lo cual era muy poco para ser siquiera llamado un restaurante, pero no se quejó.

.—Buon pomeriggio, por favor, tome asiento, mi nombre es Tonio Trussardi.— Un hombre hablando japones con un fuerte acento italiano salió de la cocina y se acerco para hablar con Kira.

—Muchas gracias... ¿Qué tienen para servir o preparar?

—Aquí no tenemos menú ni platillos para ofrecer señor.

—¿Disculpe?

—Por favor, présteme su mano.

—...No tengo ese tipo de inclinaciones, ¿sabe? Quizás con mujeres esta bien, pero esto es algo-

—Me refiero a que leyendo su mano puedo saber que platillo servirle, señor.— Tonio relució una sonrisa incomoda.

—A-Ah, ya veo, disculpe mi ingenuidad.

—No se preocupe, pasa seguido.

Cuando el italiano vio la mano de Kira, pudo notar que su cliente tenía un poco de resaca, algunos problemas en la espalda y no durmió bien, sintió un aura ligeramente extraña de aquel tipo.

—¡Ya veo! ¡Ho capito! En un momento le traigo su comida.

—Claro, tómese su tiempo, no se apresure.

—Es usted amable señor, ¡le aseguro que le gustara!

Cuando el chef Tonio volvió a la cocina, Kira pensó que el lugar era sin duda alguna muy único, una decoración bonita y bastante elegancia para ser un lugar donde solo trabaja una persona y te sirva la comida de una manera tan diferente.

Bueno, no estaba mal darle un intento, no perdía nada más que unos yenes, bueno, unos cuantos buenos yenes.

Para su agrado, no tomó mucho tiempo, pues aproximadamente en unos 5 minutos, le sirvieron queso mozzarella con ensalada de tomate, pensó en lo simple que era el platillo como para que de verdad fuera algo delicioso, pero cuando puso el primer bocado en su boca mezclando el tomate con el queso y lechuga, se llevó una grata sorpresa.

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