Deudas por saldar

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Aunque Kira no era realmente fan de las películas, lo cierto es que de vez en cuando disfrutaba ir al cine para relajarse y romper un poco la rutina.

Desde películas clásicas como It, Jawbreaker, Edward Scissorhands, The Godfather... Hasta algunas más recientes como American Psycho, Kill Bill, X-Men.

Es cierto que se sorprendía por lo mucho que había avanzado el entretenimiento, y aunque consideraba que no había mucha innovación, le resultaba atractivo ver historias nuevas y un aire fresco cada nuevo film que salía.

Pero entonces...

Descubrió las telenovelas baratas.

Se había viciado mucho, quizás más de lo saludable con aquella clase de programas, Kira había crecido en un seno familiar muy tranquilo, y aunque algo "serial", raramente tenía situaciones dramáticas en su vida, por lo que le emocionaba en cierta forma esta clase de contenido.

Disfrutaba de su día en el sofá, hasta que alguien tocó el timbre y siguió así de manera repetitiva. Kira detestaba que lo interrumpieran cuando disfrutaba de una de las pocas cosas que lo hacían feliz, por lo que de mala gana se levantó de su cómodo asiento y abrió la puerta.

—¿¡QUÉ ES LO QUE QUIER-?! 

Si, aquella figura rosa y elegante estaba frente a su puerta, una sonrisa suave en su rostro y su mirada que siempre permanecía en serenidad.

—Hola Kira... ¿Puedo pasar?— Habló con naturalidad, como si ver a Kira nuevamente fuera algo normal.

Sin embargo, contrario a lo que Reimi se esperaba, Kira se encontraba paralizado, una sensación de miedo agitaba su estomago y su respiración se dificultó a tal punto que se volvía sofocante, a lo largo de su espalda sentía un gran escalofrío.

Le faltaba oxígeno.

Aunque ya no existía la posibilidad, podía sentir que unas manos frías y podridas lo agarraban, sentía que en cualquier momento lo mandarían al infierno, o quizás si bien le iba simplemente volvería como un fantasma.

Quería hablar, pero su voz era tan débil y vacilante que apenas podía murmurar.

—Oye... ¿Te encuentras bien?— dijo Remi, casi decepcionada.

Quería vomitar.

No, de hecho lo hizo, en frente de la entrada de la puerta.

—¡Puaagh!  

—¡O-Oye, al menos avisa que te encuentras mal!

—¡R-Reimi Su-Sugimoto!— dijo Kira, tosiendo.

—¡¿Qué es lo que está pasando?!

—¡Aléjate de mi! ¡Déjame tranquilo!— Kira tropezó de trasero y se alejaba torpemente de la entrada, intentó pararse pero se resbaló con la alfombra y terminó golpeándose la nariz.

—Ahhh... ¿Tanto daño le hicieron las manos? Bueno, al menos se ve mucho más como un tipo normal que a un asesino en serie perturbado.

—¡Mierdg-ha! ¡M-Mi nari-jz!

—Vamos, toma algo para limpiarte la sangre, ten.— La pelirrosa se inclinó para ofrecerle un pañuelo, pero esto no hizo más que aterrar a Kira.

—¡Q-Quita esa cosa de mi! ¡No me toques!— Dio un manotazo en respuesta, desesperado.

—¡En serio, qué grosero! ¡Fuiste tu quien me asesinó de una manera brutal y despiadada! ¡La indignada aquí debería ser yo!

—¡E-Es diferente! ¡Tu me mandaste al infierno!

—¡¿Qué?! ¡Fuiste tu quien quería que volteara y me fuera directo a ese lugar! ¡Yo solo me las arreglé para no caer bajo tu trampa aquella vez!

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2022 ⏰

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