Capítulo Dos; Luz Verde, Luz Roja (Pt. 1)

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-Mmmm... ¿Qué?

Abrí los ojos. ¿Qué es todo esto? ¿Cuánto tiempo había dormido? No recuerdo absolutamente nada y... Ah... Me duele la cabeza.
Miré a mi alrededor. Una habitación, si se podía llamar así, enorme, llena de literas a los lados y muchas, muchas personas. Más de las que me gustaría.
¿Todas estas personas participarán en los juegos? ¿Cuántos somos?

-Señor, mire allí. Aquí hay 456 personas. Oiga, usted es el primero en llegar. Y yo... ¡Ah! Soy el último.

¿Eh? Moví mi vista hacia donde ese señor apuntó. Efectivamente, en una pantalla se podía ver el número 456. Miré mi chaqueta verde para mirar qué número era.

-411... Casi de los últimos.

-Ya lo sé. El médico me dijo que contar es bueno para prevenir la demencia.

No quería seguir escuchando la conversación con ese anciano, para ser sincera. Ni si quiera sé por qué han dejado entrar a alguien de esa edad a este... ¿Concurso? No tengo ni idea, me pregunto si esto saldrá en la televisión.

-Me pregunto si esto saldrá en la televisión.

Parece que alguien me ha leído la mente. Me giré hacia la voz y me encontré cara a cara con una chica de pelo corto y un piercing en la nariz. Es bastante mona, pero por alguna razón no parece que su personalidad le vaya a hacer justicia.

-¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

He dado en el clavo.

-Que va, pero estaba pensando lo mismo.

-Uhm...

Otra de pocas palabras. ¿Otra? Me vino a la mente ese hombre rojo enmascarado, ¿será el staff? No he visto a otros así. Más bien, no he visto a nadie desde que me dormí en esa furgoneta.

-¡Zorra!

Eso me sorprendió. Me acerqué a la multitud que rodeaba a una chica, más o menos de mi edad, y a un hombre, que parecía estar en sus treinta. La chica cayó al suelo y sangre salía de su boca. Le había dado un buen golpe.
Por lo que entendí de aquella conversación, aquellos dos se conocían, y puedo jurar que no eran los mejores amigos.

La disputa siguió y ya parecía que iba a mayores. ¿Esto está permitido? ¿No hay alguien que ponga límites? Mierda. No me queda opción, voy a...

-¡Eres tú! ¡Carterista!

Pero bueno, ¿aquí todos se conocen menos yo? Que pequeño es el mundo.

-¡Devuélveme mi dinero!

Ese hombre, es el mismo que habló con aquel anciano. ¿Su número era 456? Menuda suerte, el último.
No pudo terminar aquella "charla" porque el matón con el tatuaje en el cuello volvió a interrumpir.
¿De verdad nadie va a parar esto?

Y la puerta se abrió.
¿Alguien más quiere leerme la mente?

Hombres enmascarados como el de la furgoneta salieron de aquella puerta, aunque no todos tenían la misma forma en la máscara. Todos eran círculos menos un solo cuadrado en el centro, como si fuese el líder de aquel grupo. Sin duda, tanto misterio me daba dolor de cabeza..

El silencio se hizo presente y la tensión se podía cortar un unas tijeras. Tragué saliba y el "cuadrado" empezó a hablar.

-Me gustaría darles una cálida bienvenida a todos. Todos participarán en seis juegos a lo largo de seis días.

¿Seis días? ¿Aquí? ¿Con toda esta gente? No me hacia mucha ilusión que digamos.

-Los que ganen los seis juegos recibirán cuantioso un premio en efectivo.

Heart Soldier [Squid Game Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora