"Bueno, Pony vino a visitarme el día de ayer después de clases, creí que era para tomar sus clases de japonés como hacíamos cada semana a excepción de los días en lo que me sentía mal pero no era así; tan pronto llego comenzó a llenarme de preguntas sobre lo que me ocurría.
Resulta que Pony es una chica bastante observadora, hasta para las cosas más mínimas pero claro, esto no me sorprende ya que yo nunca he dudado de su capacidad la cual es bastante y esto solo me hace sentirme aún más orgulloso de la futura heroína que será en un futuro.
Pony, mi linda y tierna Pony, debo agradecerle el día que me acompañara ayer ya que me sentía bastante cansado y no tenía ni siquiera ganas de comer, pero ella como siempre fue tan linda que me había llevado una rebanada de pie de manzana, siendo este un gesto muy dulce de su parte ya que ella ama el pie de manzana y sacrificó su rebanada para dármela a mí. Ella me animo al llegar con su positividad de siempre, claro luego de aquel interrogatorio que me realizo.
Le dije toda la verdad o bueno, casi toda, le hable sobre este diario, detalles sobre mi enfermedad y progreso pero ni loco mencione sobre quien era mi enamorado ya que estoy seguro de que correría a por el para que le dijera mis sentimientos, pero aun no estoy listo para hacerlo realmente. Sé que sus intenciones son buenas pero solo me falta algo de valor, prefiero tener todo controlado antes de quedar completamente humillado.
Fuera de eso, el entrenamiento de hoy fue terrible, varias veces tuve que hacer una pausa ya que sentía como el aire se escapaba más rápido de lo que entraba a mis pulmones.
Si todo sigue así... yo siento que pronto todo acabará."
El rubio dejo de escribir ya que escucho varios golpes en la puerta de su habitación, guardo el diario dentro de uno de sus cajones y camino hasta el lugar donde provenían los golpes–Ya voy Pony, te prometo que hoy nos ponemos al corriente con tus clases de japonés- rasco su nuca gracias a una extraña comezón que tenía gracias a las flores que crecían poco a poco por su espalda y trepaban por todo su torso.
Abrió mirando a la altura estimada de Pony pero al observar fuera no vio señal alguna de la chica, en su lugar se encontró con el pecho de un chico que bien conocía, su nuevo invitado llevaba un suéter color morado con un gatito bordado y eso hizo que toda sospecha de que fuera alguien más se desvaneciera, finalmente el único que podía llevar aquel suéter podía ser Hitoshi ya que el mismo había bordado aquel gato en la prenda -Hola Toshi- Menciono con una pequeña sonrisa que fue reemplazada por una mueca de sorpresa al recibir un abrazo por parte del recién llegado el cual ya tenía su rostro oculto en el cuello del rubio -¿Qué ocurre querido?- Pregunto en tono preocupado y dio suaves caricias en su espalda ya que se notaba a lo lejos que el contrario se encontraba buscando consuelo de una mano amiga. –Kaminari y yo terminamos- Soltó sin más y se aferró al rubio menor que estaba entre sus brazos, el chico cuando escucho eso quería decirle su pesar pero fue interrumpido antes de eso –Pero extrañamente no estoy triste, sé que él y yo teníamos problemas así que ya me lo veía venir.-
Se separó lentamente y admiro al rubio durante unos segundos, el cual se veía especialmente lindo con aquella corona de flores -¿Puedo quedarme un rato? La compañía del chico de las flores me haría muy feliz- Dio una pequeña sonrisa ladina y entro a la habitación tan pronto que el rubio se hizo a un lado y le hizo señas de que entrara luego se dirigió a la cama del chico tomando asiento en esta sin quitar su mirada del rubio. –Neito tienes aún más flores que antes ¿Tantas semillas plantaste?- Con la mirada buscó la maceta donde se supone que deberían estar las flores pero no ver nada lo confundió aún más, cuando volvió su mirada al rubio noto unos pequeños retoños asomándose por sus ropas.
-¿Quieres la verdad? Estoy enfermo... pero pronto mejoraré, de eso estoy seguro.- Monoma miraba a Shinso con una sonrisa alegre y fue a sentarse a su lado del chico pelimorado recostando su cabeza en su hombro, el cual tenía una mirada preocupada -¿Puedo ayudarte en algo?- sabía que preguntar por detalles no era una opción ya que si Neito quisiera compartir esa clase de información ya lo hubiera hecho desde un inicio, solo abrazo al chico con suavidad y dio suaves caricias en su cabeza.
-Solo dame mimos por favor, quiero algo de cariño- Menciono en un susurro y cerro los ojo los cuales no duraron mucho tiempo cerrados ya que un extraño movimiento le obligo abrirlos, lo que paso es que ahora estaba sentado sobre las piernas de Hitoshi y su cabeza era recostada en su pecho logrando que un gran sonrojo se posara en las mejillas del rubio gracias a que podía escuchar los latidos del corazón de su... mejor amigo. -¿Así?- pregunto el pelimorado el cual agradecía que Neito no levantara la cabeza ya que podía sentir como sus mejillas estaban algo calientes por un leve sonrojo que se presentaba en sus mejillas –Si, justo así- El menor sonrió un poco y disfruto el resto de la tarde entre los brazos de Hitoshi el cual no emitió queja alguna y que solamente dejo su habitación cuando se aseguró que el rubio estaba completamente dormido, no sin antes dejar una nota donde le expresaba su aprecio por él.
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Pétalos
Fanfiction¿Qué es el amor? Para muchos será lo mejor que han vivido, pero para Monoma Neito va a ser el causante de su dolor, miseria y extrañamente su orgullo. Por qué el amor se ha incrustado en su pecho como una semilla que ha ido germinando hasta finalmen...