Pétalos

Final 3: Marchito

En un pequeño jardín se podía observar a dos jóvenes chicos que bailaban al ritmo de la lenta melodía de la canción "Sea of love" que cantaba el mayor y representaba perfectamente lo que sentía uno por el otro.

El rubio solo miraba perdidamente enamorado al chico de traje negro que se encontraba frente a él, mientras que su contario cantaba , admirando lo bello que se veía con su traje blanco y la corona de gloxíneas moradas. No había nada ni nadie que pudiera arruinarles aquel momento tan perfecto e idílico ya que solo eran dos almas enamoradas que querían demostrarle al otro todo lo que sentían por medio del lento baile que llevaban.

Cuando el mayor termino de cantar, ambos se detuvieron y se miraron durante unos segundos. Los ojos del rubio brillaban como zafiros y los del pelimorado tenían un brillo suave, lentamente las manos del chico más alto subieron lentamente de las caderas del rubio hasta sus mejillas las cuales acariciaría con suavidad, deslizándolas hasta su nuca para finalmente atraerlo hacia él y depositar un suave beso en sus labios.

Unos cuantos segundos pasaron hasta que se separaron y Hitoshi dio una caricia en la mejilla de Neito, dejando que recargara su cabeza con suavidad contra su palma. Todo podría haber sido perfecto si no hubiera tosido con fuerza, desmoronando toda la fantasía que había creado para ser regresado a la realidad con un balde de agua fría recordándole lo miserable de su existencia.

Sus ojos cansados, con enormes ojeras debajo y sin brillo alguno, su cuerpo inmóvil y con una respiración arrítmica mientras que su cama se convertía lentamente en su lecho de muerte, rodeado de flores que brotaban de su cuerpo y que caían sin marchitarse sobre su cama con una carta con la frase "a quien encuentre esto" acompañada de un cuaderno sobre su mano. Tosía con fuerza tratando de respirar, ya no podía ni siquiera levantarse y sostener su garganta, pero aun así hacia un intento brutal en tratar de tomar un poco de aire para vivir un poco más, pero en un punto simplemente se rindió, dejando de toser y mirando su mesa de noche donde había una foto de su amigo sosteniendo un gato y sonriendo tímidamente, en la esquina inferior izquierda con una letra de molde en color amarillo se alcanzaba a leer "Algún día me vengaré -Con cariño, Hitoshi" Neito sonrió con un poco de debilidad y soltó una risa, luego hablo de forma entrecortada ­–De lo único que me arrepiento es de no haberte dicho cuanto me gustabas...- Cerro los ojos y unas cuantas lagrimas botaron de ellos, corriendo por sus mejillas mientras soltaba su último suspiro dejando finalmente este mundo con la imagen de su mejor amigo en su memoria. Así fue como la noche invernal de un jueves, Neito Monoma falleció sofocado por las flores que crecían en su garganta y las raíces que poco a poco marchitaban su corazón.

Aquel joven había preferido dormir en lugar de entregar la carta de despedida que había escrito para sus seres queridos, finalmente pese al dolor él creía que todavía tendría algo de tiempo pero todo apuntaba a que no era así realmente.

Llevaba dos días sin ir a la escuela, sabía que sus momentos finales pronto llegarían y prefería no desgastarse mucho quizás para estar más tiempo en la tierra. Cada segundo que paso recostado en esa cama solo pensaba en sus seres queridos en como podría disculparse por desaparecer de manera tan abrupta de su vida y pensando en millones de escusas para justificarse la razón de haberse callado tanto tiempo el malestar hasta que ya era demasiado tarde. Su madre, su padre y sus amigos eran su principal preocupación, pero todo paso a segundo plano cuando toda una noche se quedó pensando en Hitoshi, quien había robado su corazón, pensamientos y sobre todo el único que le había hecho considerar que valía la pena morir por un poco de su amor ¿Cómo se sentiría él al saber que ya no podrían estar juntos una última vez? Esperaba que algún día le perdonara aquel acto tan egoísta de su parte, esperaba que pudiera encontrar a alguien que le diera todo el amor que no le pudo dar y el que Denki en un momento le negó por haber posado su mirada en alguien que no le llegaba ni a los talones a su querido Shinso.