Parte 3 El llamado de mi reflejo

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El día completo estuve en una ausencia presencial, escuchaba pero no oía, miraba pero no veía, era como que mi concentración completa estaba enfocada en el misterio que me llevaba a un mundo de sensaciones extrañas, pero que a la vez me atraía.

Ansiaba que llegará la noche, estar en mi casa y pararme  frente a ese mágico cristal que en silencio  y con un cierto grado de hechizo me atraía más y más.

Era como necesidad imperiosa estar en frente de él y  silenciosamente, se me hacía ya una obsesión.

Dirigí mis pasos hacia mi cama, me tendí en ella, el cansancio denotaba todo el desgaste de energía física y mental que como era frecuente había dejado a lo largo del día. Me dormí y a las tres en punto de la madrugada. Una voz lejana me despertó susurrando mi nombre, a medio despertar y como siempre lo hacía cada vez que a media noche despertaba, comprobé la hora del reloj, aún seguía escuchando el susurro, mas éste venía del espejo.

No sé cómo me levanté, pues no me dí cuenta cuando ya estaba frente a él y mi reflejo me tendía la mano invitándome a entrar en ese mundo.

Entré como quien entra a un portal mágico, un silencio totalcubría el lugar, mi reflejo ya no coordinaba  en forma idéntica con mis propios movimientos, era una persona individual, como si fuera una persona cien por ciento idéntica a mí, no me hablaba, ni yo él, pero la comunicación se hacía efectiva mediante el pensamiento.

En aquel mundo donde todo era silencio hasta el momento, se respiraba un aire de libertad a pesar de sentirse apresado en una cárcel de cristal, junto al que hasta ese momento era mi reflejo, me dirigí a una puerta, que lógicamente era la puerta que en mi cuarto se encontraba y que también por lógica se reflejaba en el espejo. Ya en la puerta el otro yo se detuvo, pero indicándome solo con el pensamiento para que yo la abriera y obviamente entendí que era para que yo saliera a explorar por así decirlo aquella fictícia realidad, suena algo extraño esa frase, pues no sé sabe donde comienza lo irreal de la plena realidad.

El otro lado del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora