Muy lentamente y en trance me levanté del lugar donde había tomado mi pequeño descanso en la playa y guié mis pasos hacia la orilla y me adentré enaquellas tranquilas aguas acercándome donde se encontraban sonrientes las tres hermosas sirenas que por cierto me habían hechizado con sus indescriptible belleza.
Se me hizo normal adentrarme en ese mar completamente vestido, debo mencionar que vestía mi pijama, pero ni cuenta me había dado, en ese mundo dentro del espejo al parecer nadie se fija en nada.
Dos de las sirenas me tomaron de las manos y nos sumergimos en el mar, lentamente me guiaron a las profundidades, una de las sirenas, encabezaba la ruta, llevaba en su cuello un precioso collar de perlas de color que brillaban en el fondo del mar, Era impresionante, no necesitaba de aire para mantenerme en aquellos arrecifes y el lugar por donde nadábamos era realmente hermoso, la tenue luz de los rayos del sol atravesaban esas cristalinas aguas que parecían espadas doradas manejadas por ángeles, la vida en la profundidad se hacia fascinante, miles de peces y otros seres marinos, hacían rondas al momento de nuestro viaje submarino para mi desconocido, de momento las sirenas me miraban y sonreían y a su vez me dejaba llevar por sus hipnóticos ojos celestes, de vez en cuando salíamos a la superficie y admirábamos un horizonte brillante lleno de colores y luces.
Nuevamente nos sumergíamos y volvíamos a recorrer esos acantilados en las profundidades que a pesar de la lógica me indicaba que a mayor profundidad, la oscuridad se hacia más intensa, no sucedía así, cada vez al avanzar a lo profundo, se iluminaba mucho más el paisaje. Cruzamos cerros de coral y entramos por una especie de cueva cuyas paredes incrustada de oro y por efecto mágico del collar de la sirena guía, ésta relucía con un resplandor que aunque su brillantez era excepcional, no cegaba.
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El otro lado del espejo
FantasyMuchas veces no conocemos quíen está delante de nosotros cuando estamos frente a un espejo. Sin embargo, qué pasaría si nuestra propia imagen tomará nuestro lugar y viceversa? ...