Parte 9 Una persona especial

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Una voz en mi pensamiento me llevó a reestablecerme en la posición en que me encontraba  y dirigí mi vista hacia el otro extremo de la playa donde divicé a lo lejos a una gran cantidad de personas que vestían de color blanco, corrían, bailaban, a orillas del mar. Me acerqué  como queriendo estar en compañía.

Al estar más cerca pude divisar a personas conocidas en mi vida, amigos que en instante pensé habían tenido la misma experiencia que yo, quizás no necesariamente de forma idéntica como la mía propia, también me reencontré con algunas personas muy queridas y especiales que en mi mundo habían partido, las veía radiante, alegres y sobre todo en paz. 

Salió a mi encuentro una persona que había sido muy especial en mi vida y que seguía siéndolo en mi corazón, me rodeó de mucho amor y con una sutíl sonrisa tomó mi mano y me unió a los demás, fue un momento extraordinario donde las lágrimas no existían sino que todo era alegría indescriptible,cada cual tenía su espacio. 

Como lo he mencionado anteriormente, no existían las palabras, si la transmisión de los pensamientos y emociones, el amor afloraba en el aire. En ese momento podías conciliar cualquier situación inconclusa que hayas tenido en el mundo en que solo conocíamos, alguna frase faltante, algún problema personal que no habías podido resolver o simplemente demostrar el amor que sentías y que por la falta de tiempo o los prejuicios que conllevan a silenciarnos nos hacían imposible expresarlo.

Era como estar en ese cielo que desde niños alguna vez nos hablaron, donde van las personas que dejan el mundo terrenal y se dirigen al pensamiento de Dios. Claro que no todos tenemos las mismas creencias , pero siempre  de una u otra forma existe un lugar donde tenemos la certéza que es el reencuentro de nuestras almas.

Todo es tan hermoso que no hay palabra verdaderamente precisa para describir cada momento vivido en ese lugar.  

Llegó el momento de despedirme de aquella persona muy especial, no lo hacía con tristeza sino que con mucha alegría porque tenía la convicción que llegaría el momento de estár para siempre con ella y todos los demás seres querido que emprendieron el viaje antes que yo.

El otro lado del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora