¡¿Renací como una Haitani?! (PAUSADA)

Capitulo 3

A la pequeña poco le importaba que su madre no se hubiera preocupado por su pequeño escape, al final y al cabo tampoco le llegó a importar la detención de sus hermanos, por algo los 3 podían hacer lo que quisieran y ella no les decía nada. Su madre había cambiado después de la muerte de su padre, se envolvió en el trabajo de la empresa y solo se le veía su cara en las festividades o cuando ellos necesitaban dinero.

La niña iba caminando mientras buscaba algún lugar donde poder enviar las cartas a sus hermanos, si bien era una adulta dentro del cuerpo de una niña no le era fácil ubicarse en un lugar en el que nunca había estado. La pequeña al darse cuenta que estaba perdida comenzó a buscar a alguien cercano a su edad para pedirle ayuda en encontrar algún tipo de lugar en el que pudiera enviar correspondencia, ya que sus cartas siempre las terminaba enviando su niñera.

La joven harta de dar tantas vueltas se dijo que la próxima persona que viera y sea cercano a su edad le iba a gritar y pedir ayuda aun si se la intentan raptar como los últimos 3 intentos. Lamentablemente la joven no pensó que la persona que la iba a ayudar la terminará presentando con su grupo de amigos, todo por saber pelear.

¡Oye gigantón! -grito la pequeña pelinegra aun joven rubio alto- ¿podrías ayudarme a enviar esto? -preguntó mientras levantaba la carta con una mano y la otra le afirmaba un brazo al chico.

Ugh, esta bien, pero para de enterrarme tus garras -respondió el joven zafando su brazo del agarre de la niña.

Yap, pero vamos rápido que si no envió esto mis hermanos me van a reclamar por un buen tiempo.

La joven al estar tan pendiente de enviarles la carta a sus hermanos, no se dio cuenta que había terminado conociendo a Draken de joven. El chico solo guiaba a la niña mientras escuchaba cómo terminó perdida, sin embargo lo que más le sorprendió fue que se escapó de casa por aburrimiento y que se iba a tener que quedar en ese distrito hasta que su madre la vaya a buscar. Aunque claro la pequeña al darse cuenta con quién estaba hablando prefirió ahorrarse el detalle de que estaba al cuidado de los Sano.

¿Podrías esperarme aquí un poco?, por favor, no me demorare nada -apenas llegaron la pequeña le comenzó a hacer ojos de cachorro.

Esta bien, pero apúrate que tengo que juntarme con alguien y ya voy tarde-

La joven apenas escuchó una respuesta positiva fue rápidamente a enviar la carta a sus hermanos, sin embargo terminó enviando otra a su madre disculpándose por escapar y pidiéndole que no le contara nada a Ran ni a Rindo. La pelinegra apenas terminó salió encontrándose a dos jóvenes rubios esperándola, uno con una mueca y el otro solo esperando explicaciones.

Oh, Mikey, hola de nuevo - comentó feliz sin embargo cuando vio el gesto en la cara del rubio más bajo, se dio cuenta del error que cometió, se fue sin avisar- lo siento -fue lo único que pudo decir antes de que sus ojos comenzaran a llenarse de lagrimas.