7. Transformación

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—Y que pasaría si pudiésemos activar eso en nosotros —repetía el muchacho por milésima vez—, ¡te imaginas! Podríamos ser...

La jóven junto a el solo negaba con la cabeza mientras le sonreía de un modo dulce.

—¿Como los personajes de tus cómics? —completó la frase señalando el fascículo entre las manos de su amigo—. Por algo se llama ficción.

—Sí, pero, no sería genial, es decir... para nosotros ...

Sus miradas entristecieron y un silencio que se sentía extraño se hizo presente.

Al doblar la esquina los encontraron. Todos los días, siempre en el mismo lugar. Habían intentado rodear, pero sus opciones eran el basurero de chatarra o extender su caminata una hora para llegar a casa; cosa que sus padres jamás admitirían.

—¡Hey linda! —gritó uno acercándose a ellos—. ¿Cuándo vas a dejar ese perdedor y conocer a un hombre de verdad?

Risas burlonas.

El estómago se le hacía un nudo, su amiga apresuraba el paso. Pero hoy, él ya no quería simplemente agachar la cabeza esperando el día en que se graduaran y no tuvieran que pasar más por allí.

Apretó los puños. Respiró profundamente. Dió un paso en dirección a ellos.

Una sensación extraña se arremolinaba en su cabeza, en su estómago, sentía un cosquilleo en las manos.

Su amiga lo miró preocupada. Los bravucones cesaron sus burlas, lo miraron con seriedad.

Su corazón latía rápido, la adrenalina en su cuerpo estaba al máximo. Era la primera vez que se sentía decidido, poderoso.

«Esta sensación, ¿estará pasando, será posible? Siento un remolino en mi estómago... ¡pasará de verdad!...»

Un paso más. Otro más.

—¡Harry cuidado!

Restos de lodo, producto de las últimas lluvias, hicieron que resbalara y cayera de espaldas aterrizando sentado sobre el piso.

Las carcajadas no se hicieron esperar. El muchacho que parecía el líder se agachó a verlo, burlón y retador.

—¡Después de todo parece que no eres un perdedor, simplemente tienes mala suerte! —Soltó una ensordecedora carcajada.

Avergonzado, se levantó rechazando la ayuda de su amiga.

«Las clases de defensa personal no estarían de más»

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