Existe un mal que aqueja a la humanidad, tan antiguo, que el tiempo yace entrelazado a sus caprichos.
Provoca entre los hombres divisiones, envidias y malos entendidos.
Economía, le llaman algunos. Civilización, le dicen otros. Es en cambio la cuantificación de una persona. El valor dado arbitrariamente a cada una de las cosas que hay a nuestro alrededor.
El agua, el alimento, la tierra bajo nuestros pies y algún día, tal vez el aire a nuestro alrededor. Todo reducido a números y costos.
Es necesario para vivir, es necesario para sobrevivir. Y sin embargo es el pretexto perfecto para impedir la realización de buenas ideas, proyectos que serían la salvación del medio ambiente y de los pueblos de escasos recursos. Porque está en manos de muy pocos, amos y señores; reyes sin corona, rodeados de vasallos sin un estado.
Lo necesitaré cada día de la vida, pero lo odiaré cada día, aún más.
Amo inmisericorde al que cada uno de nosotros se dirige tarde o temprano.
Somos personas, no monedas, y aún así todo se reduce a: ¿cuánto te costó?, ¿cuánto gastaste?, ¿cuánto ganas?, ¿cuánto tienes?...
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WRITOBER
RandomWritober es el reto de escritura del mes de Octubre, una variante del Inktober para escritores. ««Porque escribir también es arte»» En sus páginas publicaré mis escritos inspirados en las palabras que elegí para el reto. Una palabra por día, un rel...