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Llegué a la entrada principal del palacio y ahí estaba Isael con una moto y dos cascos.

-Buenas tardes alteza- dijo él

-Isael por favor- dije en susurro

-¿Está lista para un paseo por la ciudad?- preguntó él

-Eso creo- respondí

Él, gentilmente me colocó el casco, después se puso el suyo y ambos subimos

-Si necesita, se puede agarrar de mi- dijo él antes de encender la moto

Sentía raro, mal, que me hablara de usted, no lo podía aguantar, estuvimos casi media hora moviéndonos en la moto. Duramos casi una 1:30 hr en llegar al mirador de la ciudad.

Me sorprendió ver que había un tipo picnic con una sombrilla. Ambos nos bajamos, él iba a quitarme el caso pero le dí un manotazo en la mano. Yo sola me lo quité.

Isael cerró los ojos y lo vi suspirar, los abrió y sonrió

-Basta con tu falsa amabilidad- dije brusca dejando el casco en la moto

-Alteza...- dijo él

-No me hables de usted. Lo odio, he descubierto que odio que me hables de usted. No lo soportó. Si no vas a ser tú llévame de regreso- dije firmemente

-Perfecto. Seré yo- dijo él y caminó dejándome atrás

Caminé detrás de él

-¿Eso harás? ¿Ignorarme?- cuestioné a sus espaldas

Él llegó a la manta y se sentó, sacó un sándwich y le dio un mordisco.

-Mis sándwich favoritos son los que incluyen papitas- dijo él viendo la vista

Impresionable vista debo admitir.

Me senté a su lado y tomé un sándwich, tenía jamón, queso y papitas, fruncí el ceño pero le di una mordida. Me gustó la combinación de sabores con las papitas.

-Isael... fui al doctor esta mañana, dijo que no debo alterarme. George dijo algo que no había pensado. Lo que yo haga en mi intimidad antes del matrimonio no es incumbencia de ningún seleccionado porque no hay ni un lugar asegurado- dije

-¿Estás diciendo que me botaras?- dijo él de golpe viéndome

-Estoy diciendo que no podemos dar nada por sentado. De querer hecharte ya lo habría hecho. Por algo sigues aquí, ¿no?- le solté- y lo que haga o no con Gustavo no debe interesarte- dije

-No lo entiendes- soltó él

-¿Qué no entiendo?- cuestioné- ¡No me dices nada!- exclamé elevando la voz

-¡ESTOY ENAMORADO DE TI LEAH!- gritó él poniéndose de pie

-¡Y YO TENGO ALTAS PROBABILIDADES DE ESTAR EMBARAZADA PEDAZO DE IDIOTA!- grité imitando su acción

-¡EXISTEN MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS!- gritó él

-¡EXISTEN PALABRAS Y TAMPOCO LAS USAS!- grité

-¡¿Y PORQUÉ SEGUIMOS CON ESTO?!- gritó él

-¡PORQUE ME HACES SENTIR COSAS. ERES EL ÚNICO QUE ME HACE SENTIR SENTIMIENTOS!- grité

Él se quedó callado

-¿Qué?- preguntó casi en susurro

-Eres un imbécil, un imbécil que me hace sentir sentimientos que no sabía que podía existir. Y no debo alterarme. Gracias has hecho que haga lo que debo evitar- dije

Me volví a sentar y tomé otro Sándwich. Él también se sentó. Nos quedamos horas. Cada uno perdido en sus pensamientos. A pesar de haber discutido el silencio era cómodo, ambos veíamos el atardecer, como recién iniciaba.

-Y tengo miedo- dije rompiendo después de horas el silencio- tengo más miedo de lo que me gustaría admitir- sentí su mirada sobre mi- Ashel tiene una melliza, me la robaron en el hospital al dia de haber nacido. Le estaban haciendo los estudios rutinarios para asegurar que todo fuera bien, el doctor se fue por unos momentos y cuando volvió la cuna de ella estaba vacía, solo estaba Ashel. Tengo miedo de que algo así vuelva a suceder- dije viendo el mar tornándose naranja

Él me tomó de una mano

-Eso no volverá a pasar. No lo permitiré- dijo él

Recargué mi cabeza en su hombro. Él paso una mano por mi espalda y la descanso en mi cintura.

-No me gusta estar así contigo- susurré

-A mi tampoco. Perdóname hermosa- dijo él

Sentí cosquillas internamente, sentí calor en mis mejillas, ¿Me estaba sonrojando?

Él tomó mi mentón he hizo que lo mirara, después pasó su mano por mi mejilla, juntó nuestras frentes, mi mirada no se despegaba de la suya, sin embargo su mirada fueron de mis ojos a mis labios, me los mordí un poco a propósito, lo vi tragar saliva, junté nuestros labios, apenas se rozaban, él estaba demasiado nervioso, me miró.

-Hazlo, da el siguiente paso- susurré viéndolo directo a los ojos

Con el cielo en tonos anaranjados y rojizos Isael me besó. Los primeros dos besos yo los había dado. Me tomó de la cintura y yo puse mis manos en sus hombros, el beso era como una caricia delicada, él paso su lengua por mi labio inferior, supe que hacia, abrí un poco mi boca y nuestras lenguas se encontraron, estás parecían que danzaban con lentitud.

Sentía una explosión de emociones enorme, mi corazón latia con rapidez, el cosquilleo en mi estómago había incrementado.

No se en que momento quedé recostada en la manta con Isael encima de mi, el beso seguía en su misma intensidad. Podía sentir el cariño que Isael me tenia con la delicadeza con la que besaba.

Yo tenía mis piernas abiertas e Isael estaba en medio de ellas, una forma muy comprometedora. Lentamente cortamos el beso y abrimos los ojos, ninguno se movia, pero él no se miraba incómodo y yo ciertamente tampoco lo estaba.

-Perdón por mi comportamiento infantil- susurró

Le tomé con delicadeza de una mejilla, pasé su mano a su nuca y lo acerqué para darle otro beso, este era un poco más feroz, nos volteé, Isael quedó acostado en la manta y yo sobre él con mis piernas a cada lado de su cadera, él me tomó de la nuca aumentando un poco más la intensidad del beso.

Estuvimos rato besándonos en esa posición, yo corté el beso.

-Si seguimos no me podré detener, será mejor parar- susurró él

Y entonces lo sentí, dejabo de mi sentía su erección. Moví mi cadera en círculos y él hecho la cabeza hacia atrás.

-Leah me encantas pero será mejor parar- dijo él

Me incliné hacia abajo

-¿Quieres parar?- pregunté en su oído

-Es un lugar público- susurró él

-Entonces vayamos a un lugar que no sea público- dije

Poniéndome de pie, él también lo hizo

-No voy a follarte Leah- dijo Isael con seriedad

-No dije que lo harías- le dije

Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla, él empezó a meter todo a la canasta.

-Tu me guías- dijo él

Me tomó de la mano y fuimos a la moto.

Cortejo A La PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora