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Llegó la hora del almuerzo, que fue en el jardín, habían dos mesas. Una para la familia real y otra para los seleccionados y mis amigos.

En la mesa, que era redonda. Estabamos mi papá, mi mamá Josh, Alan, Ivar, Shelby, Alana, Ashel y yo del otro lado de papá.

-Vamos a ir los 4 a montar a caballo- solté de pronto una vez con la comida servida

Mamá y papá me voltearon a ver

-Quienes 4?- preguntó papá

-Tus 4 hijos- dijo Alan con una sonrisa

A mi padre le brillaron los ojos, llevó una servilleta a sus ojos

-Estás llorando papá?- preguntó Alana sorprendida

-También tengo sentimientos mocosos- dijo mi papá

-Mamá me hizo comprender y... me puse en tu lugar papá, no me gustaria que Ashel rechazara a sus próximos hermanos o que ellos rechazaran a Ashel. Yo... no quiero ni imaginarlo- le dije

Él me tomó la mano incapaz de hablar, mamá me guiñó un ojo, Alan se puso de pie y se colocó atrás de papá, lo abrazó por los hombros y le dio un beso en la cabeza

-Me va a hacer llorar más canijo- le soltó mi papá divertido a Alan

Alan empezó a besarle la cabeza mientras reía

-Alan ya deja a tu padre y termina de comer- reprendió mi mamá con una sonrisa

-De acuerdo Ma'- dijo Alan llendo a su lugar

Al finalizar de comer, los 4 nos pusimos de pie

-Pierde el último en llegar- dijo Alan infantilmente

Los 4 empezamos a correr

-¡Niños no corran, van a vomitar!- escuchamos a mi mamá gritar

Los cuatro nos detuvimos y nos vimos entré nosotros, empecé a correr adelantandome un poco

-¡Tramposa!- gritó Alana

Empecé a reír. Al final fue Alana la primera en llegar y yo la última, me cansé casi a medio camino.

Cada uno tomó a su caballo y cabalgamos por el prado a un costado del palacio que nos llevo a un pequeño río. Nos detuvimos, nos bajamos amarrando a nuestros caballos, en mi caso yegua, a un árbol , nos acercamos a donde estaba en lado, del donde estaba el agua a el suelo, había de separación como medio metro, los 4 nos sentamos en la orilla dejando caer los pies descalsos mojandolos. Estuvimos en silencio apreciando todo, el sonido del aire con la hojas de los árboles, el agua moviéndose, apreciando la compañía.

-Hace mucho no hacíamos esto- dijo Josh después de varios minutos -La primera vez que lo hacemos sabiendo todos la verdad- susurró

Alana lo abrazó por los hombros

-Perdónanos enano... teníamos miedo... más de lo que imaginan- dijo ella

-Pero no confiaron en mi- reprochó

-No es que no confiaramos en ti. No confiabamos en nosotros mismo- respondió Alan

-Porque? Siempre muestras gran seguridad- pregunté

-Hay cosas que nos llenan de miedo, inseguridades, momentos en que cuando intentas darte la fuerza... en vez de dar un paso hacia en frente das tres atrás. Hay momentos donde los miedos sobrepasan más de lo que podemos soportar- dijo Alan

-Y muchas veces nos paso que cuando hablamos Alan y yo de contarlo... los pensamientos de nuestra mente nos jugaba en contra... nos daba miedo perderlos para siempre, que nos odiaran- confesó Alana

Cortejo A La PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora