El aire en el hospital era denso, como si las paredes mismas hubieran comenzado a absorber la creciente ansiedad y tensión que impregnaba cada rincón del lugar. Los murmullos sobre el virus Sigma ya no eran un susurro entre médicos, sino un eco constante que parecía reverberar a cada paso. Las autoridades sanitarias habían intensificado su presencia en el hospital, y con cada nuevo paciente ingresado, los médicos se daban cuenta de que había algo que aún no entendían completamente sobre el virus.
Seo Joon, agotado pero decidido, revisaba los últimos informes en su despacho cuando un mensaje apareció en su teléfono:
Reunión confidencial en la sala de juntas a las 10:00. Asistencia obligatoria. Dr. Kyung.
Su corazón se aceleró. Sabía que algo importante estaba a punto de revelarse, y el hecho de que fuera una reunión convocada por el Dr. Kyung —el jefe de patología y una de las personas con más información sobre el brote de Sigma— solo incrementaba su curiosidad y preocupación.
¿Qué secretos estaban a punto de ser desvelados?
A las 10 en punto, Seo-joon entró en la sala de juntas. Varios de sus colegas ya estaban allí, todos con expresiones sombrías y serias. El Dr. Kyung estaba de pie frente a la pantalla, ajustando los últimos detalles de una presentación. La atmósfera era tensa, y Seo-joon podía sentir el peso de lo que estaba por decirse.
El Dr. Kyung comenzó sin preámbulos.
—Gracias a todos por venir. Lo que vamos a discutir hoy no puede salir de esta sala, al menos no todavía. Estamos ante una situación delicada y potencialmente explosiva. —Hizo una pausa, dejando que sus palabras se asentaran antes de continuar—. Como saben, Sigma ha sido clasificado como un virus de alto riesgo, y hemos estado monitoreando los casos desde que se detectaron los primeros pacientes en Itaewon. Lo que hemos descubierto en los últimos días es alarmante, y necesito que todos estén preparados para lo que voy a compartirles.
Seo-joon intercambió una mirada con uno de sus compañeros, ambos sintiendo la gravedad de la situación. El Dr. Kyung continuó:
—El virus Sigma no es natural. —Las palabras cayeron como una bomba, dejando a todos en la sala en silencio—. Tras realizar análisis más profundos y obtener acceso a informes clasificados del gobierno, hemos descubierto que este virus es sintético, una creación humana. Los primeros rastros que encontramos apuntan a una manipulación genética compleja, algo que no podría haber surgido de forma espontánea en la naturaleza.
Un murmullo inquieto recorrió la sala. Un virus creado por el hombre. Seo-joon sintió un nudo formarse en su estómago. Las implicaciones de esa afirmación eran inmensas. ¿Cómo era posible? ¿Por qué alguien haría algo así?
—¿Está diciendo que esto es un ataque biológico? —preguntó una de las médicas, con los ojos abiertos de par en par.
El Dr. Kyung asintió lentamente, pero con cautela.
—Aún no tenemos pruebas suficientes para confirmar que se trata de un ataque deliberado, pero lo que sí sabemos es que este virus fue diseñado. Las investigaciones apuntan a que pudo haber sido parte de un experimento fallido. —Hizo una pausa antes de añadir—: Y creemos que el epicentro fue en Itaewon por accidente, aunque aún no tenemos toda la información sobre cómo el virus escapó al control de quienes lo crearon.
Seo-joon sintió un escalofrío recorrerle la espalda. ¿Un experimento fallido? Pensó en todas las personas que habían estado en Itaewon esa noche, incluyendo a Eun-yong. Las piezas comenzaban a encajar, pero también revelaban algo mucho más oscuro de lo que había anticipado. Si Sigma era un virus creado en laboratorio, entonces había fuerzas mucho más grandes y peligrosas involucradas en todo esto.
—¿Y quién está detrás de esto? —preguntó Seo-joon, rompiendo el silencio que había seguido a las palabras del Dr. Kyung—. Si fue creado, debe haber alguien o algún grupo responsable.
El Dr. Kyung miró a Seo Joon directamente antes de responder.
—Esa es la pregunta que todos nos hacemos, —respondió con seriedad—. El gobierno y las autoridades sanitarias están investigando, pero hasta ahora, no han identificado públicamente a los responsables. Sin embargo, hay indicios de que este virus pudo haber sido desarrollado en un laboratorio privado con vínculos internacionales. Si es así, estaríamos ante un riesgo global mucho mayor del que pensábamos.
Un silencio sombrío llenó la sala. Todos los presentes comprendían lo que esas palabras significaban. No solo estaban lidiando con una crisis médica, sino con algo que podría desestabilizar completamente la región, tal vez incluso más allá.
—¿Y qué pasa con los pacientes actuales? —preguntó uno de los doctores, rompiendo el pesado silencio—. ¿Estamos más cerca de encontrar un tratamiento efectivo?
El Dr. Kyung negó con la cabeza, su expresión más grave que nunca.
—Lo peor de todo es que Sigma parece haber sido diseñado para ser altamente resistente a los tratamientos antivirales convencionales. Hasta ahora, no hemos encontrado un fármaco que logre reducir significativamente los síntomas, y los casos más avanzados han terminado en fallo multiorgánico. —Su voz bajó aún más, casi en un susurro—. Y lo que es aún más preocupante: los primeros análisis genéticos sugieren que el virus podría evolucionar rápidamente, lo que lo haría aún más peligroso y difícil de contener.
Seo-joon sintió un escalofrío aún más profundo. Sigma no solo era letal, sino que tenía el potencial de convertirse en algo mucho peor.
El Dr. Kyung continuó:
—Estamos trabajando con laboratorios internacionales para acelerar la investigación, pero debo ser honesto con ustedes: estamos contrarreloj. Necesitamos aislar a más pacientes, y cualquier información sobre nuevos casos debe ser compartida de inmediato. No podemos permitirnos perder ni un segundo más.
La reunión concluyó en silencio. Ninguno de los médicos se atrevió a pronunciar palabra mientras salían de la sala, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Para Seo Joon, la revelación de que Sigma había sido creado en un laboratorio no solo complicaba la situación, sino que también llenaba de incertidumbre todo lo que había creído saber hasta ese momento.
¿Quién estaba detrás de todo esto? ¿Y cómo iba a proteger a sus pacientes, y especialmente a Eun-yong, de algo que parecía haber sido diseñado para matar?
El peso de esas preguntas lo siguió hasta el pasillo, y mientras caminaba hacia la unidad de aislamiento, no pudo evitar sentir que acababan de rascar solo la superficie de algo mucho más grande y peligroso. Los secretos de Sigma apenas comenzaban a desvelarse, y Seo-joon temía lo que aún estaba por descubrir.
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① Sigma: Orígenes.
Ciencia FicciónLa aparición de un misterioso virus desconcierta a los médicos surcoreanos. Una extraña infección de origen desconocido pone en jaque la vida de millones de personas en el mundo, y el tiempo para salvar a la humanidad corre en su contra.
