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Llegó a casa a la hora de la cena, era temprano pero ya tenía una excusa para darle a Error. Estaba llevando una orden de alitas de KFC, una pequeña sorpresa.

Abrió la puerta, escuchó un poco de ruido en la habitación de su hermano además que en el ambiente sintió poco a poco un aroma a chocolate que lo dejó atontado, no era un olor de una emoción común.

De inmediato se imaginó lo peor.

—¡¿Error?! —dejó la comida en la mesa y tiró su mochila en medio del pasillo, escuchó como la puerta del armario de su hermano era cerrada y como éste le ponía seguro a la puerta de su habitación.

—¡Dijiste que vivías solo! —pudo escuchar el de cuenca dañada al estar frente al cuarto de su hermano.

—¡Error! ¡¿Error?! —empezó a tocar la puerta con fuerza. —¡Abre! ¡Error! ¡Abre de una maldita vez! ¡¿Estás con alguien?! ¡¿Con quién estás?! ¡Error! —empezó a tocar con más fuerza.

—¡Geno! ¡Cálmate! —decía el menor empujando la puerta por si acaso. —¡Primero cálmate!

—¡¿Calmarme?! ¡Error, abre la maldita puerta! —se apartó de la puerta para darle una patada, después volvió a tocar con más fuerza, usando su puño.

—¡¿No tenías turno hasta las dos?!

—¡¿Qué?! —esa pregunta solo hizo que Geno se enfadara más. —¡Error! ¡Abre! ¡No me iré a dormir hasta que abras la maldita puerta! —dio un último puñetazo a la madera y fue hacia la sala, buscando calmarse, tuvo otro ataque de impotencia así que volvió frente a la puerta para darle otro golpe, haciendo que el que estaba del otro lado se asustara. —¡No puedo creer que siendo Alfa te comportes así! —volvió a caminar hacia la sala soltando un gran suspiro mientras pasaba la palma de sus manos por su rostro, se sentó en la mesa y apoyó sus codos en su superficie. —No puedo creerlo. —se dijo a sí mismo y apartó sus manos de su rostro, encontrándose con el pedido de alitas. Sin dudarlo lo tomó, abrió el paquete y empezó a comer de ese delicioso pedido picante en modo de venganza.

Había terminado de comer  la mitad de estas cuando escuchó que el seguro de la puerta fue quitado, por lo que de inmediato se puso de pie y caminó de puntillas hasta la habitación, empujando la puerta, viendo a Error con una remera gris y un pantalón corto negro, lo ignoró y corrió directo al armario mientras que su hermano trataba de evitar que abriera el mueble, cuando lo logró solo vio ropa.

—¿Qué?... ¡Ey! —agarró con fuerza los brazos de Error los cuales lo sostuvieron desde la columna vertebral.

—¡Vete de una vez! —ordenó el azabache.

Geno escuchó como alguien saltaba de la cama y abría la puerta de la habitación con apuro. Empezó a forcejear para darse la vuelta pero solo logró a tirarse al piso junto con Error, pero no aún que este lo soltara, y ya para qué, el amante de su hermano menor se había ido.

—¡Error juro que cuando me sueltes..!

—¡Geno, lo siento! ¡No pude evitarlo!

—¡Y yo no evitaré el golpearte!  —dio un codazo a las costillas del menor, haciendo que éste le suelte. Se separó y se puso de pie. —¡Me mató trabajando y tu aquí con un cualquiera a la casa!

—Ugh... Lo... Siento... Ya te lo dije... —el golpe aún seguía doliendo.

—¡Ahora quiero que vayas y tragues lo que te traje para que inmediatamente tomes tus supresores!

—¡Yo no estoy en celo!

Geno se abstuvo de patearlo.

—¡¿Te aprovechaste de alguien en celo?! —apretó sus puños de la rabia.

—¡No, no! ¡Por supuesto que no! ¡Ya nos conocemos! —el dolor cesó un poco. —¡E-es más! ¡Te caerías, te levantarias y te volverías a caer al saber quién es! —dijo con orgullo.

—¡Me importa un carajo quién sea!¡No quiero que lo vuelvas a traer! ¡Esta casa no es un prostíbulo! ¡Y no puedes ir por ahí enlazando a cualquiera! —salió del cuarto cerrando la puerta con fuerza. —¡Y ya come lo que te traje, idiota! —gritó desde el pasillo, tomó su mochila y se metió a su habitación para tirarse a su cama.

Escuchó como su hermano se sentó para empezar a comer como si no hubiera pasado nada.

Necesitaba un trabajo sin un horario como el de ahora para que pueda vigilar a Error.

. . .

Después de que su hermano terminara de comer se puso de pie y buscó su celular en su mochila, al encontrarlo se echó en su cama para revisar sus notificaciones.

Fresh

"Hey big bra! Cuando estés desocupado llámame!!"

Enviado a las 7:49 p.m.

De inmediato marcó el número de su hermano menor, habían pasado días desde la última vez que se comunicaron.

—Big bra!

—¡Fresh! Buenas noches. ¿Cómo estás? —tomó asiento en su cama, relajando su cuerpo.

—¡Bien! Ya estaba por dormir, las clases inician temprano mañana.

—Me alegro que ya tengas un horario más estable, antes no te querías despegar de tu laptop hasta la madrugada. —dijo como si fuera un regaño.

—Jeje, ¡no me recuerdes esa época tan cringe! —se victimizó en broma.

—¡Ja! ¿Cómo vas con las clases?

—¡Muy bien! ¿Mamá ya está mejor?

—Oh... Eh, sí, está mejorando un poco... —su ánimo se fue.

—Cool! ¡Error me dijo que estás trabajando en un nightclub!

—¿En un qué?

—En un club nocturno, jeje.

—Ah, sí, sí, todo bien con eso.

—¡Me mandó una foto de unas alitas picantes que le compraste!

—¡Je, je! Te prometo que cuando vuelvas te invitaré unas también. —su sonrisa volvió.

—¡De acuerdo! Bien, ya debo mimir antes de que mi compañero me agarre a almohadazos por el ruido, ¡cuídense!

—Está bien, tú también cuídate mucho, Fresh. —la llamada fue colgada así que apartó su celular de su cráneo para ver su pantalla un momento.

Suspiró y decidió dormir también, posiblemente esta sea una de las últimas veces que pueda dormir temprano.


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jeLouH

Pasarela [AfterDeath]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora