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Geno llegó al prostíbulo, veía a muchas personas extrañas y compañeros de trabajo. En medio de todo el gentío estaba Lust alzando la voz y dando indicaciones, se le veía muy motivado.

—¡Y tú, Lucía, aparecerás bailando al fondo! Eso sí, los camarógrafos, hagan un enfoque al fondo y después al nuevo bailarín central, pero que no se note su rostro, esa es la única condición con la que va a participar. —mientras hablaba volteaba a ver a cada uno de sus compañeros que ayudarían en ese pequeño comercial para adultos hasta que su vista se cruzó con la de un confundido e incómodo Geno. —¡Hablando del rey de Roma! —se abrió paso para tomar el brazo del esqueleto el cual intentó alejarse. —¡Llegaste justo a tiempo, dulzura, Asriel me dijo ayer que aceptarías venir a las grabaciones de hoy, espero que te haya convencido amablemente. —decía mientras llevaba al centro al menor.

—Bah, ¿de qué otra forma podría convencerme alguien como él? —su voz sarcástica lo dijo todo.

—¡Ja! ¡Ya te acostumbrarás! —habló con naturalidad. —Bien, escucha, esto es lo que vamos a hacer, te daremos clase de teiboldance.

—¿Qué? —miró a Lust realmente contrariado.

—Como oíste, es necesario.

Geno solo se limitó a decir "mierda" una y otra vez en su mente, ese día sería pesado, además que el hecho de lo sucedido con su madre no dejaba de dar vueltas en su mente una y otra vez haciendo que las lágrimas siempre estén al borde de sus cuencas.

[ . . . ]

—Ya te lo dije, Bryan, necesitamos ofrecer cosas nuevas. A propósito, ¿ya hablaste con Comyet? —su habla era sereno, con una mano sostenía su celular y con la otra revisaba unos papeles importantes sobre la bajada de ventas ese último mes. —Ugh, ya te dije que no me importa eso, tienes que contactarlo como dé lugar, ya habíamos quedado en algo, me hablas si hay novedades. —colgó la llamada y dejó los papeles en su escritorio, si quería volver a lo que era antes debía de reinventar su empresa, sabía que patrocinar a una empresa que también estaba yendo en declive era riesgoso, pero era su opción más fiable.

Iba a retirarse de su oficina de no ser porque recibió una llamada la cual contestó de inmediato.

—¿Aló?

—¡Hombre, ¿qué tal? —su voz era relajada tal como la conocía.

—¿Asriel? Vaya, hace años que no me hablas, ya dime qué quieres. —abrió la puerta de su oficina y salió mientras seguía conversado, un mounstro perro guardaespalda empezó a seguirlo para cumplir con su función.

—Oh, vamos, no seas así... Bueno, ambos sabemos que tienes una que otra influencia en las cosas del gobierno... A ver si me puedes ayudar con algo.

—¿Ayudarte? Mmm... ¿Con qué? —se encontraba con uno que otro empleado por los pasillos por lo que los saludaba inclinando un poco el cráneo.

—Sabes que tengo mi negocio...

—¿El burdel?

—Sí, necesito encontrar la forma de que lo hagas legal. Te daré descuentos si logras ayudarme.

—Suena interesante, ya estaba esperando a que des ese paso. —sonrió, ya había salido de la empresa por lo que se metió a su auto.

—Jeje, sí, ¿entonces me ayudarás?

—Veré lo que puedo hacer. —y colgó sin más para buscar otro contacto para llamarle. —Hola, Bryan, libera mi agenda por hoy o ocúpate de esta si puedes, tengo que ver unas cosas importantes... De acuerdo, mueve todo para mañana temprano, nos vemos.

Pasarela [AfterDeath]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora