Pasarela [AfterDeath]

5

Se despertó en la madrugada para ir al baño, con su vista cegada por el sueño logró llegar no sin antes chocar contra las paredes, cada vez que chocaba lanzaba un pequeño gruñido de amargura y abría más sus cuencas para ver el camino correcto.

Al terminar de hacer sus necesidades se lavó las manos y humedeció su rostro para despertar un poco para el camino de vuelta, al salir del baño notó que el amigo de Error seguía con las luces encendidas así que no dudo en tocar su puerta.

—Oye, ya es hora de dormir, no malgastes la electricidad... 

No obtuvo respuesta, quizás el chico se durmió y no apagó las luces.

—Eh... ¿Hola? ¿Estás bien? —tomó el pomo de la puerta. —Voy a entrar si sigues callado... —no hubo respuesta. —Ahí voy... —se adentró a la habitación, puso una pequeña mueca de desagrado, en la cama habían varios paquetes de piqueos, todo estaba muy desordenado, alzó la vista y notó al chico dormido en el escritorio de Fresh. Suspiró y se acercó un poco, la laptop del tipo estaba encendida, tenía abierto un documento de Word, Geno se abstuvo de leer lo que había en este. Movió con delicadeza el hombro del chico, cuando notó que no despertaba lo sacudió con más fuerza, este se despertó muy alterado.

—¡¿Q-qué pasó?! —miró a su alrededor y notó al mayor. —Oh, Geno... Disculpa... —se frotó los ojos por debajo de sus lentes. —P-perdón si incómodo, es que estaba haciendo un proyecto...

—Vaya, no debes de preocuparte, eh... —hizo un gesto algo penoso tratando de recordar el nombre de ese joven. —¿Cómo te llamabas?

—Oh, eh, Science... En un momento apago todo... —manipuló su laptop para guardar su documento y apagar el aparato, después desconectó el cargador del mismo y se puso de pie, dándose cuenta del desastre que tenía en su habitación. —Ay, que vergüenza, discúlpeme... Debería de mantener la habitación más limpia... Sabiendo que no es mía... —se rascó la nuca.

—Sí. —cruzó sus brazos, mirando al menor. —Debes de cuidar un poco más el cuarto... —dijo con algo de desprecio, recordando como el menor se quejó de su aroma metálico cuando lo despidieron del restaurante. Se quedó en silencio por un momento. —Bueno, descansa, y suerte con tu proyecto. —dijo para salir de la habitación, escuchando un "Igualmente...".

Al cerrar la puerta pudo escuchar un pequeño golpe y cómo Science se regañaba a sí mismo por lo que dijo hace un momento, soltó una pequeña risa y caminó hasta su habitación, tenía sueño.

. . .

A la mañana siguiente fue despertado por Error el cual ya estaba vestido para poder ir a visitar a su madre. Geno se levantó con pesadez y algo de temor por cómo se encontraría, se vistió con lentitud y junto con su hermano menor salieron a ver a la mayor.

El de bufanda roja tenía su alma más inquieta mientras más se acercaban al hospital, en las puertas de este no había ninguna ambulancia, todo bien. Ingresaron y se acercaron a recepción, la recepcionista era otra y Error fue el que tomó la palabra.

—La señora Crayon está en cuidados intensivos desde ayer, si quieren más detalles pueden hablar con su doctor, está libre. —la voz de la señora se notaba más amargado que de la señorita de ayer.

—¿Qué? ¡Pero si ayer estaba bien! —no dudó en reclamar el menor de los hermanos.

—Escuche, cualquier cosa con el doctor, ¿entendido? ¡No tengo tiempo para ustedes! —ni cruzó miradas con los esqueletos.

Error de inmediato se alejó de la recepción camino al segundo piso hasta que se topó con una enfermera. Geno en todo se ese trayecto le siguió, tratando de calmarlo.