Sin notable delicadeza, sirve en una copa el líquido que se había encargado de preparar tan solo unos minutos atrás.
- ¿Crees que terminó todo? - agita su bebida, jugando levemente con la pajilla. Esta vez, el pelinegro dirigía toda su atención a Delores, el maniquí frente a él. -, ¿qué logramos impedir el apocalipsis?
Hizo una pausa, dedicándose a tomar rápidamente de su margarita.
- ¿Ahora qué? - aún no se comía que había llegado al final de su misión, demasiado fácil para ser real -No sé - termina por responderse.
Mentira.
De hecho, sí sabía que hacer, solo que tenía miedo.
Miedo de afrontar lo que había hecho. Creía estar listo, pero no era así.
Aún después de tanto tiempo, ella seguía afectándolo de sobremanera.
Se sobresaltó al escuchar urgentes toques en la puerta principal de la gran mansión Hargreeves.
- Voy yo.
La oscuridad reinaba en la tierra post apocalíptica, sin embargo, para Cinco aquellos hermosos ojos azules (que lo miraban con evidente curiosidad) eran lo suficiente para sentir que nunca caería en la penumbra.
- ¿Qué haces, anciano? - pregunta entre risitas.
Él, que había permanecido acostado frente a la mujer, lleva sus dedos para acariciar con amor la mejilla de su esposa.
- Mm, cariño creo que ya estamos algo cansados para eso - comenta ante el silencio del varón, con una sonrisa pícara.
Tener sexo era algo que Jo y Cinco, inevitablemente, en algún punto de su existencia dentro del apocalipsis, cometieron. Hacer el amor, le llamaba el hombre en silencio. Pero también era cierto que, sobrevivir encabezaba la lista de las cosas por hacer en aquella época.
Por lo que no había mucho que contar sobre aquel acto, no obstante, ambos sabían lo afortunados que eran al tenerse uno al otro. Su compañero de vida, de esta y de las siguientes, pensaba Jo cada vez que recordaba en quién se había convertido aquel grosero niño de mirada misteriosa.
A punto de cerrar sus ojos, frente aquella sombría noche, en una intensa pelea azul versus verde, verde versus azul, Jo decide llevarse aquella hermosa imagen de su hombre, para finalmente dormirse...
O intentar dormirse, porque inmediatamente todo se volvió negro, un mal presentimiento llegó a ella.
Le había parecido sumamente extraño el hecho de que Hazel, un antiguo conocido de la comisión, y una de las personas encargadas de capturarlo unos días atrás, se presentara a una tregua y alianza para detener el apocalipsis, que misteriosamente ya no iba a ocurrir.
Con una sonrisa de superioridad Cinco se dirige a él.
- Lamento decepcionarte, pero llegas demasiado tarde- anuncia, sorbiendo lo poco que quedaba de su bebida.
- El hecho de que estés aquí significa sin ninguna duda que ya no habrá apocalipsis.
- ¿En serio? ¿Seguro? - Y Hazel con al parecer un brillo de esperanza, le cuestiona.
Tras asegurarse que lo que Número Cinco le dijo era certero, se sentó a su lado, sumamente feliz, ansioso por salir corriendo hacia aquella mujer que lo esperaba, la misma que cautivó su corazón.
- Llevo tanto tiempo en esto que- suspira haciendo una pausa-, jamás pensé que haría después...
- Empezaré de cero. Haz como yo - le recomienda Hazel al de apariencia joven, este solo asiente lentamente, observando hacia el techo de aquella gran sala de estar.
Y nuevamente la pelirroja cruzó por su mente, ¿empezar de cero? ¿Cómo? Si con la única persona que estaría dispuesto a hacerlo podría estar odiándolo ahora mismo.
- Eso no es tan sencillo- se limitó a responder.
- No tiene por qué ser difícil- trata de animarlo el de la barba- Velo de esta manera: si no hubieras viajado en el tiempo y nunca hubieras conocido a La Encargada, ¿Qué habría pasado?
Esa misma pregunta rondaba la cabeza de Cinco, día y noche desde su último día en el apocalipsis. ¿Qué habría pasado si se hubiera quedado?
¿Sería feliz? Solo si ella existía a su lado.
¿Seguiría enamorado? Hasta su último aliento.
- Suerte- es lo último que le desea Hazel, antes de abandonarlo.
Y ahí estaba. Frente a aquella pequeña y bonita casa, que se encontraba iluminada, lo que le daba a entender que había personas despiertas adentro.
Tragó en seco.
Ya no había vuelta a atrás. Aseguró su mochila, dentro se encontraba su preciado maniquí, esperaba que todas aquellas pesadillas que lo perseguían por años, no resultaran realidad, aunque era injusto exigir en su posición.
De pie en el porche, contó (mentalmente) hasta tres para armarse de valor, y con determinación dirige su puño a la puerta para golpearla, sin embargo, esta se abre primero revelando algo que lo descolocó por completo.
- Ya estabas tardando, anciano.
(N/A)
Hola hermosas personas, les debo una disculpa. No he estado comprometida con la historia como debería, hace mucho que no actualizaba.
Merecen una explicación. Hace un mes he iniciado las clases, lo que me deja sin ganas de escribir. Estoy tratando de ser lo más sincera posible.
Sin embargo, aquí estoy, porque ya había iniciado algo y planeo terminarlo. Esto es por mi y para ustedes.
Muchas gracias los que aún siguen aquí y bienvenidos a los nuevos, espero que estén disfrutando de Bonita.
Los quiero y les mando un beso <3
-An.PUBLICADO 07 DE OCTUBRE, 2021
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Bonita
Fanfiction❛―Estarás bien, bonita, yo me encargaré de ello. No te preocupes por mí❜. [TUA fan fiction] [Cinco Hargreeves x Oc fem.] Fecha de publicación: 1.º de julio, 2021. Fecha de finalización: 12 de enero, 2022. Logros más altos: ✓ 09/01/22 ; #1 en sadies...