I need you... Alphas ~ChanLixIn~

×5×

Felix se estaba encargando de preparar el desayuno-almuerzo del omega mientras Chan le daba un baño y lo vestía.

Mientras el agua se calentaba para hacer café fue a ordenar la habitación del menor. Quito las sábanas sucias y las cambio por otras. Ordenó los adorables peluches del pequeño y volvió abajo. Cuando estaba preparando el café escucho la puerta ser azotada.

— ¡JeongIn!— Lix se asustó soltando la taza con el líquido caliente ocasionando ruido aparte de ardor en su mano y pierna. Rápidos pasos se escucharon en la entrada mientras un fuerte aroma a enojo se sentía detrás del castaño.— ¿¡Qué le hiciste a mi pequeño!?

Lee se giró encontrándose con un alfa muy enojado. Se veía joven quizás unos años mayor que él pero no había tanta diferencia y tenía una marca en el cuello al igual que él.

"El hermano de Innie" el australiano sonrió y le tendió su mano.

— Un gusto conocerlo, hyung. Me llamo Lee Felix o Lix.— el pelinegro gruñó aún a la defensiva mirando mal al chico frente a él.

— ¿Dónde está mi JeongIn?— pronunció cada sílaba con furia.

— Aquí.— la suave voz del omega sonó a espaldas del pelinegro mayor llamando la atención de ambos alfas. Chris se encontraba abrazando protectoramente al menor con miedo a que el alfa extraño le hiciera daño.— Hyung ellos son Channie y Lixie, mis alfas.

— ¿Qué?— un alfa y un omega entraron a la sala y saludaron a JeongIn con la mano antes de ver cómo el cuerpo del hermano mayor de Yang caía con un sonido seco sobre él suelo.

— Creo que murió...— dijo el alfa castaño que abrazaba fuertemente al omega peliazul.

— Kook no digas eso, ve a levantar a TaeTae.

— A su orden, capitán Min.— dijo el alfa en tono militar antes de reír y levantar al otro alfa depositandolo en el sillón de la sala minutos después.

— Él estará bien.— dijo el omega con tono comprensivo mirando a su cuñado.— Sólo no esperaba que su bebé tuviera pareja aún.

— Le dije que soy grande.— Se quejó el menor cuando vio como sus dos alfas se mordían los labios para no reír.

— Aún eres un cachorro.— dijo el alfa castaño mayor con gracia y se acercó a su cuñado con intenciones de abrazarlo como siempre hacia pero un par de fuertes gruñidos lo detuvieron.— Oh... Son muy posesivos, tranquilos.—  comentó levantando una ceja.— Aún no lo marcan y ya...— el chico quedo en shock cuando vió las marcas en el cuello del azabache.— Retiro lo dicho. Hyung tenemos un problema.

— ¿Qué?— dijo el peliazul acercándose. Jeon señaló el cuello del menor viendo cómo segundos después la cara de su pareja cambiaba a una expresión de asombro y luego de preocupación.— ¿Qué hiciste Innie? Espero que hayan usado pastillas o condones.— dijo el omega escandalizado.

— Quiero bebés.— la voz de JeongIn salió más dulce de lo normal, claramente su celo no había acabado aún y pronto seguramente querría estar a solas con sus alfas nuevamente.

— Está en...— Dijo Kook en un susurro. Era claro por el olor que había en la casa.

— En celo. Sí.— terminó Yoongi con tono de irritación.— Tae va a morir cuando vea esto. Dios.

Felix se acercó a su omega y lo guió hasta la cocina sin importarle mucho los reproches que les estaba dando el omega mayor. Le dio el café que había preparado y dejó frente a él las tostadas con mermeladas de diversos sabores que encontró en la heladera. Acarició con amor los cabellos del azabache mientras el pequeño empezaba a comer.

— Come bien. Si quieres cachorros debes alimentarte.— Lix sonrío con ternura apreciando cada movimiento y luego miró a Chan que parecía a punto de tirar al cuñado de JeongIn por la ventana.

El omega azabache estaba con una tierna sonrisa en sus labios comiendo cuando Felix se acercó a Christopher y le susurró algo en su oído. El alfa mayor asintió y tomó al alfa castaño de los hombros para arrastrarlo fuera de casa diciéndole al omega peliazul qué los siguiera.

Una vez fuera Bang los miro seriamente a ambos.

— JeongIn no quiso tomar el anticonceptivo pero Felix ya se encargó de ponerlo en su desayuno.— dijo con tono cansado.— No teníamos planeado marcarlo aún, él lo quiso así pero no es algo que no iba a suceder.

— Entiendo.— el alfa castaño abrazo a su omega sonriéndole comprensivamente al menor.— Hyung aveces se pone así también en sus días de celo.

El omega sonrojado empezó a gritarle al castaño forsejeando para soltarse del agarre pero fallando en el intento.

Chan miró hacía la puerta y vio a Felix hacerle una seña con la cabeza. Mediante el lazo podía sentir que su niño estaba triste y lo llamaba. Ignoró la discusión que tenía la pareja frente a él y camino al interior de la casa nuevamente, viendo que JeongInnie lloraba aferrado al pecoso.

— Hey ¿qué pasa?— preguntó acariciando el cabello.— Aquí estoy, bebé.

— No se vuelva a ir hyung.— sollozo el pequeño saltando a aferrándose de su cuello.— No nos dejé.

Lee los miro con ternura sonriendo. Bang abrazo al menor por la cintura haciendo pequeños círculos con sus dedos.

Sabía muy bien que Felix recordaba cuando lo marcó en su primer celo como pareja oficial, él había actuado igual cuando solamente se había ido al baño.

— No me iré, tranquilo, siempre estaré aquí contigo.— murmuró bajando su cabeza y lamió donde se encontraba la reciente marca en el cuello del menor haciéndolo estremecer y gemir bajito.

El palido notó el plato y la taza vacíos aún en la mesa. La tristeza del omega no sé iba y él ahora sabía la razón. JeongIn no era tonto como para no notar que habían hecho.

— Vamos a ver algo de tele hasta que tú hermano despierte ¿Sí?— dijo Lixie parandose de su lugar dejando un beso en la nuca del menor y besando suavemente los labios de Chris.

— Sí.— susurro el azabache para después ser llevado por su alfa hasta el sillón individual. Dónde terminó acomodándose sobre Bang mientras Lee se sentaba en el apoyabrazos rodando al mayor con su brazo y dándole caricias a Yang.

— Por lo menos sé que serán buenos con el pequeño.— dijo el omega Min mientras terminaban de entrar en la sala. La pareja había visto todo desde lejos desde que Bang había entrado.

Los dos alfas se miraron entre ellos con mucho amor y luego vieron al pequeño acurrucado contra sus cuerpos.