Adaptación.
Un joven a punto de cumplir 30 años necesita ayuda para fracasar en sus citas a ciegas y no casarse.
Una joven de 25 años que finge ser hombre por ayudarlo.
....
COMPLETA.
Paso y pasó y aún siguen ahí sentados, hablando de lo más a gusto y riendo. Ella le toma la mano y ríe de cualquier bobada.
Ruedo mis ojos y preparo unos cafés para que Ha-rim los lleve a la mesa.
-Han Kyul no me dijo que estaba saliendo con ella. -dijo Ha-rim mirándolos, esperando que le entregara los cafés.
-¿es su novia? -pregunto cómo quién no quiere la cosa.
-esta enamorado de ella desde hace nueve años. -dices despreocupado cómo si ya no le sorprendiera esa escena.
Ha-rim conoce desde bastante tiempo a Han Kyul, podría sacarle toda la información, pero me limito.
-¿nueve años? -digo abriendo los ojos, pero me tranquilizo. No quiero sonar interesada, aunque puede que lo este, pero no quiero. -es cómo su amor de toda la vida. -ruedo los ojos, ya no se cuántas veces lo he hecho que me estoy como mareando.
-si puede ser. -Dice él, agarra los café en la bandeja ay se va.
-que estúpido. -los miro. . . . Gracias a Dios es hora de irnos. Estaba limpiando las últimas mesas.
-oye Lara Jean. -veo a Han Kyul que me llama sonriendo y se acerca a mi.
-¿si jefe? -le digo.
-ya te he dicho que me trates de tú. -ríe.
-esta bien jefe. -digo sería.
-oye, que te pasa. -paso frente a él, y me pongo detrás de la barra limpiandola.
-estoy limpiando. -agito el pañito.
-si lo sé, pero me estás ignorando. -me señala.
-lo estoy escuchando. -no lo miro.
-pero quiero que me veas. -insiste.
-es suficiente escucharlo. -levanto unas cosas para limpiar por ahí.
-oye, oye, que te pasa. -me detiene la mano donde estoy limpiando.
-estoy terminando mi trabajo. -aclaro, me ignora todo el día y ahora quiere que le de toda la atención.
-eres bipolar Jean. -se ríe y me hace una mueca.
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Quise reírme pero me con tuve, que cree. Que puede tratarme mal y al rato bien.
-bueno, e terminado -salgo detrás de la barra para subir y cambiarme de ropa.
Me sigue. Pero corro y me meto al vestidor.
-¡oye dejame entrar! -grita del otro lado de la puerta.
Hubo un silencio y me reí. -qué cree que puede ignorarme en todo el día, y luego venir a hacerme gracias y tratarme bien como si nada. -digo a medida que voy cambiando mi ropa.
-¡no te he ignorado! ¿De qué hablas? -dice y a juzgar por el tono esta pegado a la puerta.
¿De qué hablo? de su novia y que me mintió.
-hablo de que usted llega amargado, y nos trata a todos mal y luego de un momento a otro todo bien. -abro la puerta ya lista para irme.
-bien piensa lo que quieras. No tengo porque darte explicaciones. -abre sus brazos.
-bien... -asiento. -adiós. -camino rapido. Y me volteo. -mentiroso. -dije a regañadientes.
-¿qué dijiste? -no escuchó bien. Lo ignoro y me voy- ¡oye!
Se detiene al ver a los demás abajo, y yo salgo de ahí directo a mi moto para irme.
