CAPÍTULO 21

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Estamos ya en el restaurante. Me serví mi plato y el solo me miraba sonriendo.

-oye... cómo puedes comer tanto. -se cruza además brazos.

-no vaya a creer que con un plato de comida lo perdono. -dije con la boca medio llena. -no debi ponerle crema batida al café late, esa mujer solo tuvo que haber pedido un late y ya. -él ríe.

-tu no eres el jefe, yo si... y debes escucharme. -asiente.

Dejo de contestar y seguí comiendo, me fascina la comida de aquí. Él solo se dedica a observarme con una risa en su rostro. Creo que le agradó verme de nuevo.

Comienzo a meter los trocitos de pollo uno a uno a mi boca, y seguido de eso comienza a reírse más.

-de qué se ríe. -dije con la boca llena de pollo.

-es que... es que eres muy graciosa.-se inclina un poco adelante riéndose. -cuántas piezas de pollo te caben en la boca.

-y por qué se sigue riendo.

-por qué te ríes tu. -no para.

-porque... usted sigue riéndose y me hace reír... -me comienzo a reír también. Sirvo una pequeña taza de licor y se la pongo de su lado. -tome, está ocasión merece un trago.

-quieres cargarme de nuevo. -abre sus ojos.

-ay cierto. -le quitó la taza y me la tomó yo. -yo beberé.

Serví otro para pasar el bocado de comida.

Mete trozos de pollo a su boca. Y le invito a tomar. -quieres un poco, vamos pruébalo. -le sirvo uno y lo paso.

Lo bebe hasta el fondo y arruga su cara. Solo comienzo q reirme de él.
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{Video}

Vamos por la calle y bailamos al ritmo de la música que comenzamos a cantar. Ru Mine de Arctic Monkeys No había gente, solo los carros que van por la vía.

Llegamos a un paredón, donde hay luces encendidas y el agua comienza a salir del suelo creando una fuente superficial. Es un hermoso contraste de luz y agua.

Comenzamos a andar ahí, dando vueltas como niños, mojandonos completamente, solo se escucha la risa de ambos. Y los bailes raros de Han Kyul.

Volví a sentirme feliz de nuevo.

Feliz de tenerlo cerca.

Me agarra y me eleva en el aire, con el agua aún cayendonos.

En un momento cayó al suelo y eso causó un estallido en mi risa.

-¡oye! -lo miro, todo mojado. -dame un golpe.

-¿por qué?

-con todas tus fuerzas. -se señala a sí. -solo hazlo.

-yo no golpeo a nadie, no estaría bien. -niego con mis manos.

-muy bien, muy bien, pero yo... escucha, nunca me he burlado de ti, lo que haces es genial, ser independiente, trabajas duro, haces entregas, repartes comida, vendes dulces, todo eso que dije, en serio lo dije como un cumplido.

Agacho mi cabeza. Por que unas lágrimas salen.

-por que yo creo, Que no pueda vivir de esa forma. -pone la manos en su cintura. -quizá suena muy trillado, solo golpeame.

-olvidelo. -en un tono de disculpa. -no quiero golpearlo por que sí. Ya no estoy molesta.

-no, no, no, golpeame o no me lo perdonaré. -se acerca a mí. -vamos.

El Príncipe Del Café (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora