El Príncipe Del Café (Adaptación)

CAPÍTULO 25

Esa misma tarde después de la boda Han Kyul se fue al hospital porque su abuela se pudo mal, le dije que iría con él pero solo me ignoro, y con toda razón. No proteste, solo me llevó a casa y él continuó al hospital.

Le deje mensajes incluso llamadas de voz y nada.

Solo me esperaba verlo en el café.

Lo extraño.

Riego las plantas ya que les falta algo de agua. No hay muchos clientes hoy, así que el día va tranquilo.

Estoy de espaldas pero se que él está detrás de mi.

-recibiste mis mensajes, te deje cinco diciendo que me llamaras cuando pudieras el último hasta decía que te extrañaba. -ya que no me responde volteo a verlo.

-vamos a hablar.

Lo sigo hasta la terraza asustada, esta muy serio.

-se que he sido muy egoísta. -voltea verme

-¿que decidiste? -solo pregunta

-lo siento, pero no me puedo casar.

-sabes... eh pensado en por qué aún no te quieres casar conmigo , si es por razones económicas te ayudaré.

-no es solo por el dinero, yo puedo mantenerme sola, es que no quiero ser una carga.

-¡por qué crees qué eres una carga!

-quiero lograr algo por mi misma, tu quieres que dependa de ti

-entiende que no quiero que dependas de mi, solo quiero que nos ayudemos. -hace un gesto en sus manos. -te cuesta tanto recibir ayuda.

-por qué siempre me presionas para que acepte tus decisiones -ese sentimiento de llorar otra vez pero me contengo

-¿mis decisiones? ¿Dime por que crees que se me ocurrió la idea de casarnos? No lo insinuaste tú.

-¿por qué están gritando? -llega Ha-rim interrumpiendo la conversión.

-por nada, perdón. -dice Han Kyul y se va.

Ha-rim también se va e inevitablemente hago un gesto de rabia.
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Durante las siguientes horas solos nos evitabamos, no salió del café, se quedó a trabajar también.

Abro la puerta de la bodega para sacar unas cajas con paquetes de café y me asusta al ver que esta parado ahí.

-¿no me amas lo suficiente para casarte conmigo? -dice decidido. -dime la verdad lo soportaré.

-¿esta muy enferma tu abuela? ¿Por eso tienes tanta prisa en casarte?

-no es eso. Quiero vivir contigo. Comer contigo, hablar contigo, quiero dormir a tu lado Lara Jean.  Necesita alguna otra razón.

Mi corazón ahoga un sentimiento.

-yo no dije que no me quiero casar dije que esperemos un tiempo. -él suspira.

-eres tan egoísta , yo renuncie a todos mis sueños y superé la oposicion de mi familia, ¡demonios puedes olvidar tu orgullo un segundo! ¡No seas así! -su tono es más suplicador. -¿no te casaras conmigo hasta que eso significa que tengamos que terminar?

No digo nada y lo dejo hablando solo.

-¡ay me lleva! -escucho eso que dice
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Pov Han Kyul

-Buenos días. -saludo a todos y veo a Lara Jean sentada en el sofá con su cuello hacia atrás bastante somnolenta y unas cuantas tazas de café al lado.

-¡oye que te paso, qué tienes! -me acerco a su rostro algo asustado a ver su semblante. -¿te sientes mal? -no dice nada.

-estuvo despierta toda la noche. Bebió como doscientas taza de café. -explica Sun-ki.

-por eso dicen que el café es como el amor. -agrega Hong.

-¿por qué lo hiciste? -me siento a su lado, haciendo que volvieron en sí. -lo hiciste para molestarme.

-¿de... qué hablas? -dice cansada

-hiciste esto para poder irte. -la señalo

-estaba estudiando... -estruja sus ojos- . .. eres patético. -bosteza.

-¿patético? Y tu una terca.

-ya viste como si lo eres... -deja caer su cabeza en mi hombro.

-mirate nada más, pareces un panda con esas ojeras. -me rio. -eres muy terca... ven, vamos arriba.

Nos levantamos de ahi. Ella va al baño y dura unos cuantos minutos.

Nos sentamos un rato a conversar, no quiero que siga molesta conmigo.

-no quiero que renuncies a tus sueños por mi. -acomodo un mechon de su cabello. -quiero apoyarte, quiero que seas mejor cada día, eso es lo que quiero.

Me mira a los ojos y suspira, sus manos están inquietas y comienzo a pensar que algo oculta.

-me hablaron de Estados Unidos. -ahogó un suspiro en su garganta, y sentí ese sentimiento de despedida.

La miro fijamente.

-yo tampoco quiero que te vayas, no quiero venir a trabajar a la cafetería sin ti, ni siquiera quiero pensar en que no te veré. -abro mis brazos señalando alrededor. -... quiero que amplies tus horizontes, si te vas podras hacer tus sueños realidad. -le dedico una sonrisa.

-yo... yo no quiero separarme, no quiero estar sin verte...

-claro que si puedes, no irás a la Luna, te iré a visitar. -acaricio otra vez su cabeza.

-en serio quieres que me vayas.

No quiero que te vayas. Volteo mi rostro para evadir responder bastante triste

-voltear a verme. -agarra mi mejilla.

-pues no, pero igual me dejaras.

-en serio debes querer que me vaya, ya que no me miras a los ojos. -dá una leve sonrísa.

-entendí que no puedo tomar tus responsabilidades, pero esta bien, puedo seguir amandote de lejos. Nos separaremos pero estaremos juntos... cuando comiences con ese trabajo que tanto quieres, cuando tengamos a nuestros hijos... -sonríe. Y logro hacer lo mismo. -que lindo todo.

Me acerco más a ella. -llama a tu madre y dile que quiero hablar con ella. -abre sus ojos. -dile que quiero pedir tu mano antes que vayas a Estados Unidos. Y si me engañas te juro que te mato.

Me levanto para irme, y me abraza dejando reposar su cabeza en mi pecho. Mi corazón comienza a latir desesperadamente por ella.

-nunca te podría engañar. -dice.

la abrazo más fuerte y la levanto entre mis brazos para que quede a mi altura. Me da besos por todo mi rostro.

Y como estar feliz, si parte de mi felicidad es ella.
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