Adaptación.
Un joven a punto de cumplir 30 años necesita ayuda para fracasar en sus citas a ciegas y no casarse.
Una joven de 25 años que finge ser hombre por ayudarlo.
....
COMPLETA.
. . . Me molesta la actitud de Han Kyul. Cómo puede ser así.
Me estoy dando una ducha, esta rica el agua, que relajante. Escucho mi tlf sonar, me seco la mano y lo contesto en alta voz.
-¡Han Sung! -digo alegre de escucharlo. -¿si?
-te llamaba para invitarte a una exhibición mañana, no quiero ir solo y que mejor compañía que tu. -sonreí ampliamente. -¿podrás?
-¡por supuesto! -no dude en decirle que si. -yo encantada de ir contigo. -hice una pausa. -oye, ¿y cómo debo ir vestida? Digo muy elegante...
Me interrumpe. -para mi estarás linda con lo que te pongas. -como tenía mi cabello mojado lo bati contenta al escuchar eso.
-ok, ok. Adiós.
-adiós Lara Jean. -cuelgo.
Perfecto, trataré de ir lo mejor posible. Lo más femenina posible. Me cruzó mi toalla de baño y escucho nuevamente mi teléfono, quizá olvidó decirme algo pero no, es Han Kyul.
-¿si? -si me contenta escucharlo pero tampoco debo demostrarle tanto.
-oye Lara Jean. ¿Estas en tu casa? -pregunta.
-no estoy. -contesto.
-¿entonces porque las luces están encendidas?
-¿qué? ¿De qué hablas? -abro mis ojos. -Han Kyul....
Me dirijo a la ventana del balcón, la abro.
-¿qué haces aquí? -digo al teléfono mientras lo veo parado afuera de mi casa.
-necesito hablar con alguien. -habla por el teléfono y me mira seguro de sí.
-ay que pretendes me tratas mal y luego vienes a buscarme. -no hemos colgado aún.
-ay disculpa si, no seas terca. -rueda los ojos.
-no, no es suficiente. -lo señalo.
-¡oye dejame entrar! -alza la voz y le cuelgo. -¡JEAN NO ME DEJES HABLANDO SOLO! ¡O BAJAS TU O SUBO YO! -escucho como desde abajo alza más la voz ya que colgamos.
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-¡Grosero! -cierro la ventana, y me voy a poner algo de ropa.
Otra vez mi teléfono. Pero que insistente.
-deja de gritar, pareces un loco. -le digo peinando mi cabello con la mano.
-tu me haces gritar. -se excusa. -me dejas entrar o me quedaré en la puerta hasta que decidas abrir.
Sonó muy decidido y le colgué otra vez. Lo pensé, no pierdo nada. Voy hasta la puerta y salgo.
