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Tamaki estaba de pie frente a los reporteros, desde la distancia Mirio lo observaba, el pelinegro se veía calmado frente a la prensa y eso le sacó una sonrisa.
ーTamaki-senpai se ve más relajado frente a las multitudes ーdijo Kirishima a su lado.
ーLo sé ーrespondió el rubio ーhemos estado trabajando en su ansiedad social.
Mirio sonrió mientras recordaba el día en que Tamaki le había pedido ayuda para poder socializar o al menos no temblar y salir corriendo cada que alguien le hablaba, así que él rápidamente consiguió un terapeuta que tuviera experiencia en casos como el del héroe Suneater, comenzó con cosas pequeñas que empujaban al más bajo a salir de su zona de confort.
Togata había estado a cada paso del camino a su lado, el principio había sido difícil y Amajiki había tenido más de un ataque de ansiedad. en esas ocasiones Mirio estuvo tentado a pedirle que desistiera, habían estado juntos desde que eran niños y siempre lo había defendido y protegido de todo, era un hábito en el que el mismo Mirio debía trabajar, teniendo en cuenta que ya no eran niños sino héroes profesionales y que el pelinegro poseía fuerza y un kosei poderoso como para hacer frente a lo que quisiera.
Ahora veía los resultados de su esfuerzo, podían ir al cine, parques, fiestas y hacer muchísimas cosas más.
Miró con orgullo a su novio.
ーAhora está mucho mejor ya no tiene ataques de ansiedad ーaseguró.
Vio como una de las reporteras se acercó y tomó a Tamaki del brazo, el chico se puso rígido, giró y caminó hasta quedar de cara a la pared, tirando de la capucha de su capa para ocultar aún más su rostro.
ーRetiro lo dicho, pero ha mejorado.
ーEso sin duda ーestuvo de acuerdo Kirishima.
Mirio caminó hasta su novio lo abrazó y se lo llevó, era hora de ir a casa.
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