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El muñeco entre sus manos le traía a la mente su dura infancia, las constantes golpizas que su padre le daba a él y a su madre, una madre mentalmente inestable que había desarrollado una dependencia hacia un hombre que no sentía nada por ella terminando en la concepción y nacimiento de un niño que ninguno de los dos deseaba, Keigo no necesitaba ser un genio para darse cuenta de lo poco que le importaba a sus padres.
Aquel muñeco de Endeavor fue el único detalle que su madre tuvo hacia él.
Recordaba ver la enorme e imponente figura del héroe número dos en las televisiones de los escaparates de las tiendas, pocas personas apreciaban el trabajo de aquel hombre debido a su personalidad, pero para Keigo el héroe de fuego era mejor que el mismo All Might, porque no le importaba lo que gente pensara o dijera o como lo trataran, él seguía haciendo su trabajo eficientemente.
En el tiempo en que fue reclutado y entrenado se esforzó por llegar a lo alto con un objetivo en mente.
Conocer y trabajar junto a Todoroki Enji.
La primera vez que habló con él fue en la ceremonia para dar a conocer el ranking de héroes, donde Endeavor obtuvo el primer lugar al retirarse All Might.
Después de eso todo es un torbellino de peleas y patrullajes juntos, Keigo sabía que por esas épocas fue un dolor de cabeza para Enji, aún si el mayor aparentaba que no.
Recuerda claramente la primera vez que se atrevió a besarlo, habían terminado un patrullaje y la luna ya se encontraba en lo alto, un 28 de diciembre por la noche y Hawks se sentía melancólico como cada año, a pesar de las muchas felicitaciones que había recibido por su cumpleaños la única que le importaba era la del hombre a su lado, pero al parecer lo había olvidado o probablemente ni siquiera lo sabía, dudaba ser importante en su vida.
Aunque tampoco debería estar sorprendido, el hombre olvidaba hasta su propio cumpleaños.
Llegaron a aquella esquina que Hawks tanto odiaba, porque era el punto donde sus caminos se separaban.
ーHasta mañana Enji-san ーdijo Takami dispuesto a irse rápidamente a sufrir en la comodidad de su departamento.
ーHawks ーla voz de Todoroki lo detuvo y se giró a mirarlo, esperando que siguiera hablando ーfeliz cumpleaños, lamento no haberlo dicho antes.
Una gran sonrisa se formó en el rostro del menor.
ーGracias y puedo perdonarte si me das un buen regalo.
Enji frunció el ceño.
ーNo tengo idea de que podría gustarte.
Hawks soltó una risita.
ーSe me ocurre algo.
Moviéndose rápidamente hacia él posó sus labios sobre los del pelirrojo en un suave y corto beso, cuando se retiró pudo ver el leve sonrojo en el héroe número uno.
Ese había sido el mejor regalo que Hawks había recibido en toda su vida.
De eso habían pasado ya un par de años, pero fue aquella noche en aquella esquina que todo había comenzado entre ellos.
Ahora mirando el pequeño muñeco de Endeavor, le parecía que había sido hace mucho más, giró el objeto en sus manos y el resplandor del anillo en el dedo anular de su mano izquierda llamó su atención, mirándolo con cariño lo acarició, no necesitaba quitarselo para saber lo que había grabado dentro Mi Luz.
Escucho pasos detrás de él y después un par de brazos rodearlo cuidando de no lastimar sus rojas alas, la mano izquierda ajena más grande rodeando la suya, ambos anillos brillando, aunque para Enji nada brillaba más que a sonrisa de Keigo, porque aún con todo lo que había pasado a lo largo de su vida, desde su infancia, aún era capaz de regalarle las más hermosas sonrisas.
ー¿Qué haces? ーpreguntó el mayor.
ーSolo recuerdo.
ー¿Hay buenos recuerdos?.
ーMuchos y la mayoría son contigo.
Ambos miraron la figura de Endeavor en las manos del rubio, cada uno recordando sus momentos favoritos con la persona que amaban.
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