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El agua golpeó su rostro sacándolo de la inconsciencia, miró a su alrededor encontrando sólo la playa, a donde mirara no había más que palmeras, arena y el mar.
Lo último que recordaba era estar hablando y riendo con Shinso, ambos disfrutando de unas muy merecidas vacaciones. ¿Qué había pasado después?.
Caminó lentamente hacia las palmeras, el sol estaba quemandole la piel que ya se encontraba roja, se sentó bajo la sombra de una de las palmeras, aún no sabía qué hacer, se pasó la mano por el cabello y sintió una pequeña bola en la parte izquierda de su cabeza, al parecer se había dado un golpe, tal vez por eso no lograba recordar cómo había llegado a esa playa.
Un coco cayó a su lado haciéndolo soltar un agudo grito, miró hacia arriba y descubrió que había más y seguramente no tardaban en caer, tomó el que se encontraba a su lado y se alejó apenas a tiempo para que otro cayera justo donde él había estaba sentado.
¡Pudo morir por un coco en la cabeza!.
Estaba seguro de que eso pasaba más de lo que la gente creía.
Llevaba ahí menos de media hora y su vida ya se había visto amenazada por la cruel naturaleza a su alrededor y la gente dice que las frutas son buenas, sí claro, que se lo digan al coco asesino.
¿Cómo diablos se supone que iba a sobrevivir lo suficiente para que lo rescataran?.
No tenía idea de como hacer fuego y de cazar ni hablar, no se atrevía ni a matar las arañas que entraban a la casa, era Hitoshi que se encargaba de hacerlo. Por ahora la única comida con la que contaba era el coco en sus manos, si tan solo supiera como abrirlo.
Le dio vueltas a la fruta esperando encontrar algo que dijera "abre fácil", tenía hambre y sed y algo en su cabeza le decía que no era buena idea tomar el agua de mar.
Después de todo el mar era el baño de todas las criaturas que ahí vivían.
Iuj.
Busco una roca donde golpear el coco para abrirlo y después de horas de intentarlo, se rindió.
ーEn las películas esto se ve muy fácil, ¿sabes?.
Genial ahora le estaba hablando a su comida, que no podría comerse. Tal vez no estaba destinado a comerlo sino a hacerle compañía, así que le haría una linda cabellera de hojas de palma, pero no lo llamaría Wilson porque él no tenía un balón de voleibol Wilson en casa, era un Mikasa.
Así que su coco se llamaría Mikasa.
Tomó a Mikasa y caminó por la orilla de playa esperando encontrar algo que pudiera comer, como almejas, algún pez o takoyaki, después de todo el takoyaki tenía pulpo, podría encontrar alguno.
ー¿Qué haremos Mikasa? Han pasado horas y no encontramos nada que comer, a este paso moriremos de hambre, cuando lleguen a rescatarnos sólo encontrarán nuestros huesos, aunque no sé si tú tienes huesos.
Le llevó otra media hora rendirse y sentarse en la arena, solo viendo las olas ir y venir. Su piel estaba aún más roja lo que le hizo pensar en algo.
ー¿Cómo es que llevamos horas aquí pero el sol apenas se ha movido? Tal vez ya estoy muerto y esto es el infierno ーsus ojos se llenaron de lágrimas ー¡Me fui al infierno por leer manhwas traducidos ilegalmente! ¡Perdóname Bamwoo!.
ー¿Qué tanto estás gritando?.
Kaminari reconocería esa voz donde fuera, miró al coco con los ojos sumamente abiertos.
ー¡Mikasa! ¿por qué tienes la voz de Toshi?.
ー¿A quién le hablas?.
Siguiendo el sonido de la voz, Denki giró y vio la figura de Shinso caminando hacia él, el pelimorado solo llevaba unas bermudas negras y dejaba a la vista ese paquete de seis que tanto le gustaba, lo que de inmediato lo hizo salivar.
ーBueno ahora sé que esto no es el infierno sino el paraíso ーdijo el rubio.
ーSigo sin entenderte, aunque eso no tiene nada de nuevo ーcomentó Shinso.
ーEspera, si estás aquí es que también moriste Toshi ーde nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas.
ーDenki, ni tú ni yo estamos muertos.
ー¡Pero lo estaremos porque soy un pésimo naufrago!.
Hitoshi soltó un suspiro.
ーCariño, no naufragamos, ¿ves esas rocas de allá? ーpreguntó señalando el rompeolas ーdel otro lado están el resto de bañeros, te quedaste dormido sobre el colchón inflable y los rodeaste, mira allá está esta.
Denki miró la dirección que señalaba y se encontró con el colchón de estampados de rayos sobre la arena a unos metros de ellos.
ーPero si llevo aquí horas.
ーHas estado aquí solo media hora, te estuve viendo desde que estabas golpeando el coco y luego comenzaste a caminar, creí que estabas jugando o algo así ーsonrió levemente y abrazó a su rubio y muy despistado novio ーvolvamos al hotel, necesitas hidratarte es obvio que el sol te quemó el cerebro.
ー¿Podemos llevar a Mikasa?.
ー¿Quién? bueno no importa, claro que puede venir con nosotros.
Caminando tomados de la mano Shinso pensó que siendo pareja de Denki nunca habría un día aburrido en su vida.
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