Atrapada en las cintas del deseo

Reencuentro

-Deja de llorar....-Escuche una voz masculina -Te encontré niña chillona.

Alce lentamente mi mirada a esa persona, estaba sorprendida, nunca imaginé que lo volvería a ver.

Más bien, era inesperado, ¿Que hacía el aquí? Aunque mi mente estaba en blanco.
El solo camino hasta mí se agachó hasta mí altura y me abrazó fuertemente.

-Ba... Bakugou... -Dije mientras nuevamente las lágrimas resbalaban por mi mejilla pero, está vez no eran de tristeza.

-Yun...Realmente eres tu -Murmuro apretándome más a el. -Sabia que seguías con vida.

Abrí mis ojos como platos, estaba sorprendida por sus palabras, su voz sonaba algo baja y calmada hasta que sentí como mi hombro comenzaba a sentirse húmedo.

No sabía qué hacer, solamente que quede quieta y lleve mis manos lentamente a su espalda para abrazarlo.

-Kacchan por qué te adelantaste así.... -Hubo un silencio -¿Kacchan? ella es...

-¿Yun? -Preguntó Todoroki.

Ambos se acercaron hasta nosotros.

-Izuku-kun, Todoroki-Kun... -Dije aún con la voz entrecortada.

-No puede ser... -Dijo Izuku mientras se dejaba caer y me abrazaba, comenzó a llorara y murmurar muchas palabras que no podía entender.

Todoroki también se agachó y puso su mano en mi hombro mientras dejaba ver una pequeña sonrisa con los ojos aguados.

-Chicos... -Los tres me envolvían en un cálido abrazo, que me hacía sentir paz.

Después de unos minutos se separaron, Izuku seguía llorando.

-Aun no puedo creerlo -Dijo el peliverde mientras se secaba las lágrimas con sus puños. -¿Realmente eres tú Yun-Chan?

-Sonreí un poco -Si Izuku, mira -Tome su mano, para que sintiera mi tacto.

-No quiero arruinar su momento -Dijo Bakugou -Pero tenemos que irnos de aquí.

-Tiene razón, debemos llevarte a un lugar seguro -Siguió Todoroki a lo que Izuku asintió.

En ese momento sentí miedo nuevamente, no podía volver aunque tenía muchas preguntas ¿Como sabían que estaba ahí? ¿Fue casualidad?

-No puedo... No puedo regresar a casa... -Dije mirándo el suelo.

-¿Por qué? -Preguntó Izuku confundido.

-Es mejor... Que sigan creyendo que desaparecí...

Los tres intercambiaron una mirada.

-Esta bien, pero vámonos ya -Dijo apresuradamente Bakugou.

Izuku me cargó y me aferre en sus brazos tapándome el rostro, ahora todo estaría bien ¿no?

Después de unos largos minutos llegamos a una casa, con bastante estilo japonés.

La casa Todoroki, al parecer no había nadie en esos momentos, los únicos éramos nosotros cuatro.