❝Gol D. Roger esperaba encontrarse en la otra vida después de su ejecución. En cambio, encontró a un niño de siete años con su sombrero de paja más preciado.❞
✧ Actualizaciones los Domingos.
✧ Está historia no es mía, le pertenece a "staryty" en ao3...
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"¿Fue bueno que yo naciera?"
Ace miró fijamente al hombre, esperando una respuesta.
Roger lo miró con los ojos negros muy abiertos. Se quedó quieto, congelado en su sitio. Era incapaz de responderle de inmediato.
La desesperación se agolpó en el cuerpo de Ace. Poco a poco fue drenando todo lo que había en él. Cada vez que el demonio de su interior quería huir, lo dejaba. Había voces en su interior que lo alimentaban con la ira suficiente para seguir adelante. Hacer daño a la gente era algo a lo que estaba acostumbrado, pero sólo si se lo merecían. Estaba enfadado con todo el mundo por juzgarle sólo porque estaba emparentado con el hombre que tenía delante.
Quería una respuesta. Una respuesta para seguir viviendo. Una respuesta para saber la verdad. Aunque la verdad le doliera, la aceptaría de buen grado.
Porque si Ace no encuentra una respuesta ahora, la perderá.
La frustración aumenta y se siente como si fuera a explotar. Quería gritar, hacer un berrinche y golpear el suelo con las manos. Quería desahogarse, dejarlo salir, pero no puede. Era tan fácil ser cruel en ese momento.
"Sabes que no puedo responder a eso..." Esa fue su respuesta.
Y Ace lo perdió.
La rabia lo cegó todo. Su mente no dejaba de pensar que debía herir al hombre. La rabia dentro de él era como el fuego. Ardiendo en lo más profundo, siendo alimentada por la desesperación. Sólo crecía más y más fuerte a medida que los segundos se convertían en minutos.
Se lanzó hacia adelante y comenzó a golpear al hombre. Cada golpe y patada que lanzaba era algo que guardaba durante años. Sólo entonces Ace sintió algún tipo de consuelo. Su padre se limitaba a recibir cada ataque, sin moverse en absoluto. Eso hizo que Ace se frustrara aún más. Un hombre siempre debería defenderse cuando alguien le ataca.
"¿Qué quieres decir con que no lo sabes? ¡Tú eres la razón por la que estoy aquí! Has viajado por el mundo, ¿verdad? Sabes cosas y experimentas todo!" Ace se atragantó.
"Es algo que tienes que decidir por ti mismo, Ace".
Ace apretó los dientes. Eran exactamente las mismas palabras que había escuchado de su abuelo adoptivo. "¡No tomo eso como una respuesta!"
"Soy tu padre. Sé que..."
Con esa simple afirmación, Ace se detuvo momentáneamente. La risa brotó de su boca. No era humorística, sonaba como un lamento mientras se apagaba lentamente. No pudo evitarlo. El hombre que tenía delante era un estúpido.
"Mi padre, ¿eh?" repitió Ace, escupiendo con asco. Miró a Roger con ojos muertos.
Roger permaneció en silencio.
"¿Dónde estabas cuando mi madre murió al darme a luz? ¿Dónde estabas cuando la gente decía que no debería haber nacido? ¿Dónde estabas cuando dudé por primera vez de mi existencia? Te pregunto, ¿¡dónde estabas!?"
