❝Gol D. Roger esperaba encontrarse en la otra vida después de su ejecución. En cambio, encontró a un niño de siete años con su sombrero de paja más preciado.❞
✧ Actualizaciones los Domingos.
✧ Está historia no es mía, le pertenece a "staryty" en ao3...
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"Oye, Sabo. ¿Crees que podemos encontrar un telescopio?" preguntó Luffy con una amplia sonrisa. Empezó a rebotar de un lado a otro mientras la emoción se apoderaba de él.
"Estúpido, ¿crees que algo así va a caer del cielo?". Ace resopló, rebatiendo su idea. Pero conociendo la suerte que puede tener Luffy, era improbable.
"Si algo así va a ocurrir, quiero un cañón". Sabo sonrió, uniéndose a su conversación.
Luffy se rió, disfrutando de su tiempo con sus hermanos. Después de su entrenamiento de ayer con Roger, no tardó en llover. La tormenta resultó ser enorme y poderosa. La casa del árbol que construyeron con orgullo no fue rival para ella. Decir que su casa del árbol estaba arruinada, era un eufemismo. Faltaban trozos de madera que probablemente fueron arrastrados por la tormenta. Los tablones del suelo tampoco servían. Luffy se resbaló en los agujeros tres veces para disgusto de su hermano.
Así, Luffy y sus hermanos tienen hoy la tarea de reparar la casa del árbol. Aunque el entrenamiento fuera importante, su casa del árbol era una especie de hogar para ellos. No pueden dejarla así o el tiempo sólo la empeorará. Caminaron hacia la Terminal Gray con la esperanza de encontrar algo de madera utilizable. Tienen que ser rápidos para tener tiempo de hacer otras cosas.
"¿Crees que podremos terminar las reparaciones hoy?" preguntó Ace con un suave suspiro.
"Quién sabe", respondió Sabo con un ligero encogimiento de hombros. "Los daños fueron más graves de lo que esperaba. Probablemente nos lleve un día entero sólo encontrar madera".
"¡Pero si todavía tenemos entrenamiento!" se quejó Luffy con un mohín.
Sabo le dedicó una sonrisa de disculpa. Pellizcó las mejillas de Luffy en lo que el más joven no apreció y se apartó rápidamente. "Lo sé, Lu. Será mejor que nos demos prisa entonces".
Habían llegado a la Terminal Gray. Era lo mismo de siempre. Los matones asaltaban a todo el mundo en cualquier lugar y luego se oían los gritos de maldición de las desafortunadas víctimas. A estas alturas, Luffy estaba acostumbrado. Hacía meses que había encontrado este lugar y había conocido a Sabo.
El trío comenzó entonces a hurgar en el lugar. Pero Luffy sólo tenía una cosa en mente. Quería un telescopio. No sabía por qué, pero la observación de las estrellas le llamaba la atención. Ver las estrellas brillando en la oscuridad era un espectáculo impresionante. Se enteró por Sabo de que para disfrutar más de la observación de las estrellas se necesita un telescopio. Tras unos minutos de búsqueda, Luffy suspiró fuertemente derrotado. La Terminal Gray era enorme, pero no podía encontrar lo que quería.
"Ace, no puedo encontrar un telescopio..." se quejó Luffy, esperando que su hermano mayor le ayudara a encontrar uno. Le miró con un pequeño mohín.
"¿Por qué buscas un telescopio? Ve a buscar algo de madera útil". Contestó Ace, frunciendo el ceño.
"Pero Ace..." Luffy insistió, todavía inflexible. La terquedad era uno de sus principales rasgos.
