Game Over | [Karmaland] [Hiatus]

XXVIII

⚜️🎮⚜️🎮⚜️
⚜️Willgan⚜️

《Un mes después》

La situación en Karmaland comenzó a expandirse en cada alrededor a ojos de Willy, Vegetta había perdido la cabeza por el brutal enfrentamiento con Samuel, Rubius decidió irse de la casa de Vegetta junto a Samuel y Rubén, Luzu comenzó a llevarse mejor con Raúl y Raúl recupero el habla con Borja, Auron sigue siendo Auron, Alex peleo con Fargan por una extraña razón desapareciendo del pueblo, Fargan quedó en cuidado de una niña recién nacida obviamente producto de Alex.

Por otro lado, los streamers estaban más unidos que nunca, Samuel comenzó a explorar Karmaland junto a Rubén y Borja teniendo como guía a Rubius, Alejandro quedó a cuidado de Fargan por la desaparición de Alex, Manuel se la pasaba bastante tiempo con Raúl y David, mientras que Guillermo se la pasaba a su bola extrañamente.

Un punto que llamó la atención de Willy, jamás espero verlo distanciado de David, ellos eran uña y mugre a ojos de todos que ahora, estaban distanciados en sus mundos o prácticamente, comenzaron a ignorarse por alguna razón formando un deja vú en el albino.

Aquella mañana Willy preparaba a Sofía para la escuela divisando a un teñido distraído jugando con el tenedor escuchandose un fuerte estruendo de la planta baja dando entender de la llegada de Guillermo que normalmente, aparecía a esas horas de la mañana evadiendo cualquier pregunta.

David desvió la mirada a Guillermo que también le quedó mirando optando ambos a seguir con lo suyo cómo un par de desconocidos, tuvieron una pelea ridícula por el comportamiento tan irregular del mayor produciendo un fuerte enojo más allá de sus narices.

Willy percató aquella tensión llegando una idea traviesa en su cabeza.

—Voy a llevar a Sofía, hay entrenamiento a las 13:00 horas, no lleguen tarde—Guiño un ojo a David que se atragantó con la comida observando a Guillermo romper un trozo de pan con cierta furia.

—Oh, vale Willy, no te vayas a perder en el camino con Fargan—Recriminó fuerte Guillermo.

—A tí te voy a decir que hago con él—Suspiró fuerte Willy cargando a la infante.

—Lo perdonas rápido, ¿No crees?

Willy sonrió.

—Es padre de mi hija, no le voy a negar verla, no puedo hacerlo.

—¿Seguro es eso?—Sonrió victorioso Guillermo.

—¿Seguro que vas a entrenar por las mañanas con Samuel o irás a hacer otras cosas?—Dijo sugerente el albino emitiendo una sonrisa enorme por el repentino mal humor del moreno.

¿Era fácil provocarlos a ambos? Efectivamente.

Las puertas de la casa provocó un sonoro eco en las paredes dejando solos a un dúo de chicos que parecían cómodos desayunando cuándo extrañamente estaban muriéndose de la furia, ninguno era por el otro en verdad, era por la actitud tan hija de puta del albino.

David atrajo un vaso de zumo de naranja en sus dedos dándole un largo sorbo sin intensión de despegar la mirada de Guillermo comiendo un trozo de pan que sacó rato atrás del refrigerador, ninguno iba a atreverse a intercambiar vocablos por tremendo orgullo que tienen.

Ninguno daría su brazo a torcer.

Llegó un momento de que ambos tomaron iniciativa para agarrar una jarra de agua siendo precavido el azabache de tomarla primero.

—Eres un hijo de puta—Quejo entre balbuceos David mirando su plato de comida.

—Oh, disculpa ¿Querías agua?—Sonrió intrigante Guillermo sirviéndose agua en su vaso.