Game Over | [Karmaland] [Hiatus]

XXXVI

⚜️🎮⚜️🎮⚜️
⚜️Willgan⚜️

Un chirrido recorrió cada espacio del salón dándose a entender que el repartidor había llegado dónde ese mayor salió rápidamente a atender a ese joven—con su respectiva mascarilla puesta—recibiendo la orden de hace minutos atras. Recibió la comida, habló un poco con el repartidor y partió nuevamente al interior percatandose de la ausencia del azabache.

Intentó buscarlo con la mirada a través del salón a medida que bajaba todas las cosas en la mesa, buscó alrededor de la—pequeña—casa encontrándose una pequeña pista a puertas del baño.

—¿Todo bien, rata?—Tocó la puerta asegurándose de su invitado. Sin respuestas—¿Willy? ¿Estás?

Fargan pestañeo confundido retrocediendo sus pasos al salón tomando asiento en los cojines prefiriendo esperarlo, por alguna extraña sintió un rotundo miedo naciendole del pecho quedando tranquilizado al divisarlo con una sonrisa cálida delante de sus ojos.

—Pensé que te había comido e-

—No termines ese chiste—Amenazó.

—Lo lamento, sr. Delicado.

—Que te calles, dije—Volvió a repetir Willy sentándose en sus propias rodillas.

Fargan se mordió la lengua evitando responderle, estuvo apunto de decirle que lo callara él y no quería obtener esa respuesta.

—Oh, ¿te mordió la legnua—Willy enredó sus propias palabras esbozando una carcajada.

—Se me lengua la traba—Respondió burlón el mayor.

El azabache menor logró su objetivo tomando aire de tranquilizarse para estamparle un beso al ajeno, sentía un poco de curiosidad de explorar un tanto, sabía que estaba mal, que iba a casarse futuramente y también que si lo demás quedaría atrás, que eso quedará también.

Las manos del mayor apresaron las ajenas intentando de quitárselo notando la fuerza con que abrazaba su cuello quedando por vencido, ya no entendía absolutamente nada de lo ocurrido ese día.

Ya no sabía si estaban jugando con él o solamente, era un beso en vano.

—¿A dónde quieres llegar?—Musitó Fargan volviendo a juntar labios con Willy aferrado en su cuello.

—¿De que hablas? Sólo cállate y mañana seguimos como siempre.

Cada vez volvían a tocar fondo, ninguno sabía en que juego habían caído. Solo quedaría en un simple "recuerdo" de lo que jamás debió suceder.