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El grupo de adolescentes junto al mitad demonio estaban sorprendidos y, apresados en la arena incapaces de escapar. Shippo no dejaba de llorar y temblar, se miraron entre ellos, no sabían nada de las personas que tenían enfrente.

Aun si se acababan de presentar como parte de la familia del medio hermano de Inuyasha, eso no alejaba el peligro en el que se encontraban, no tenían como defenderse. El agujero negro era una opción, pero no había manera de usarlo con los brazos de Miroku inmóviles y enterrados.

― ¿Papá, podrías soltarlos? están heridos ―Rin, abogó por ellos tomando en cuenta a Inuyasha y Aome.

Naruto volteo a mirar a sus esposos, como si buscara una confirmación de su parte, Haku solo curvo sus labios en una sonrisa, y Gaara los libero un poco, dejando aun apresados los pies del mitad bestia.

―Eso debería ser suficiente, ahora dime ¿dónde los conseguiste?

― En... en mi ciudad natal.

― ¿y dónde queda? Seria genial si pudieras decírnoslo. ―la forma en que lo dijo era tan calmada, que no parecía estarlos viendo heridos por los ataques de sus acompañantes.

― ¡En el futuro, imbécil! ¡Dile a quien sea que me tiene así, que me suelte!

― ¿Futuro? Explícalo mejor, parece que tienes mucha información al respecto, cuñadito ―Naruto palmeo uno de los hombros de Inuyasha con una sonrisa, recibiendo solo un gruñido del otro hombre.

―Si cooperan todo será más fácil, todavía no tenemos razones para matarlos. ―Haku los miro con calma mientras se recostaba en un árbol cercano. Después, lanzo algo al aire, lo siguiente que vieron fue a Inuyasha inmóvil en el suelo y con varias agujas por su cuerpo, pero aun quejándose. ―solo relajé sus músculos. Ahora puedes dejar de usar la arena, Gaara.

Tal como dijo, toda la arena regreso a la calabaza que llevaba el pelirrojo en la espalda. Enseguida, Gaara camino hasta Haku y se sentó a su lado mientras recargaba su cabeza en el hombro del contrario, el de largo cabello solo se acurruco más cerca como si no hubiera nadie presente.

― ¿No son lindos?...Ahora, creo que esto deberías ser suficiente tomando en cuenta que son amigos del hermano de nuestro esposo. Pero no tienten a su suerte.

― ¡Eso es!, no tenemos por qué pelear, ¿Qué tal si nos acompañan a comer? ―Miroku siguió alerta, pero intento mantener todo como si nada hubiera pasado.

Aome miro impactada como aquel rubio devoró por completo varios de sus fideos instantáneos, y no conforme, se llevó los que sobraron vaciando casi por completo su mochila, los otros tres tampoco se contuvieron y comieron sin preocupaciones. Incluso Haku tomo algunos dulces para Rin, aun si quería culparlos, y lo hacía en su mente, Aome solo dirigió su mirada resentida al monje Miroku.

―Estuvo delicioso, gracias por la comida.

― ¡Imbécil, te tragaste todo! ¡Al menos deja los que te llevas!

―Vamos, ustedes pueden conseguir más, no sé de qué te quejas. Como ya está anocheciendo nos quedaremos cerca, griten si necesitan ayuda. Será nuestra forma de pagarles la comida.

―Buenas noches. ―Gaara los miro fijamente ― Naruto, cárgame ―y después extendió los brazos a su otro esposo, el cual encantado lo levanto entre risillas a la vez que frotaba su rostro con el del pelirrojo cariñosamente.

―que duerman bien... por cierto, soy un hombre. Es desagradable que me tomen por mujer.

― ¿eh? ―todo el grupo se miró confundido, desde el inicio ni siquiera tuvieron tiempo de dirigirle la palabra ¿Por qué les decía eso?

Un Nuevo Hogar [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora