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Después de no ver al pajarito y no recibir ni una sola señal de vida de su parte, por fin decidieron ir a ver qué pasaba después de otro día, pero nadie se espero lo que verían a la mañana siguiente.

Cuando abrieron la puerta encontraron un gran capullo, se miraron entre ellos, y uno estuvo dispuesto a partir esa cosa a la mitad de no ser por el pequeño demonio que seguía al yokai de cabellos plateados.

-- ¡Esperen un momento! No estoy seguro pero, eso podría ser el doncel que vino con nosotros -- apunto a la gran cosa que ocupaba un considerable espacio en la habitación.

-- ¿Esto? Que forma más rara de crecer -- no solo Naruto, sino todos a excepción de unos pocos, estaban picoteando la estructura ya sea con una rama o con el dedo -- bueno, solo dejémoslo ahí hasta que salga.

Cada uno perdió en interés rápidamente y se fueron de la casa, los días pasaron de manera tan natural, que casi se habían olvidado del "extraño" que estaba evolucionando, y de eso se dieron cuenta al ver cómo el techo de la casa en la que el chico pájaro estaba, era destrozado. Siguieron con sus ojos aquella cosa que volaba en el cielo, hasta que aterrizó.

-- ¡Hola! -- un adulto joven de cabellos rosas mostró espléndidamente sus alas ahora más grandes y las garras de sus piernas más aptas para el ataque.

-- así que esto es tu etapa de madurez -- Naruto observó al muchacho un buen rato, para después mirar hacia Obito, el rubio le dió una mirada que el pelinegro supo descifrar sin mucho esfuerzo.

-- no -- fue la respuesta a su hijo

-- pero... Papá, ¿enserio no serviría? -- Naruto volvió a mirar al Uchiha más joven

-- tenerlo como tú halcón mensajero no hará ninguna diferencia de los que tú padre ya tiene -- suspiro por fin dándole una razón -- ¿que tiene él que sus halcones no?

-- ¿apariencia casi humana? -- después de otra mirada de su papá y algunos de sus tíos, ya que a Kurama y a Madara les daba igual, lo medito mejor y como resultado abandono la idea -- supongo que no, buenooo... ¿Cómo te llamabas? -- ni siquiera oculto el hecho de no saber su nombre por no haber preguntado antes.

-- Oku -- el joven solo pudo dar a conocer el nombre que le dieron sus padres, y que ninguna de estas extrañas personas había preguntado antes en todo el trayecto hacia el lugar en el que se encuentran ahora, poco después fue rodeado por solo dos o tres de los ninjas y bijius presentes, además de la pequeña rin, quienes inspeccionaron su alas y garras.

Con la llegada del anterior evento, significaba que podrían salir de la isla a ver qué le había pasado al mundo mientras estaban encerrados, por lo que no se tardaron y salieron sin rumbo fijo.

En algún punto Sesshomaru se separó de ellos, diciendo que tenía unos asuntos que resolver en sus tierras, llevándose a Jaken junto a él y la bestia de dos cabezas que le pertenecía, a excepción de Rin quien se quedó con el grupo. Los siguiente en separarse fueron los Uchihas junto a Oku, les dijeron que se encontrarían después y fueron a explorar en otra dirección. Es así como ahora eran solo cuatro, cinco, si contaban a Akamaru.

Encontraron varios demonios en el camino, los cuales exterminaron sin problema alguno, estaban aburridos. Quienes más lo demostraban eran Haku y Naruto, que eran los que soltaban algunas quejas al aire, Gaara aun mantenía una expresión tranquila mientras caminaban, habían decidido ir con calma, ya que en realidad no había prisa alguna.

-- ¡¡AAAH!!

Fue ese grito, lo que les llamo la atención, no teniendo nada que hacer, caminaron hacia el lugar de donde provenía el sonido.

Un Nuevo Hogar [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora