Entre castillos y claveles (Jenlisa)

Capítulo 9

La reina estaba con los nervios a flote, su hija y la pareja de su hija no despertaban. Era medio día aún no lograban levantarse parecían caer en un profundo sueño sus ojos estaban inyectados de irá.

Su pasado la abrumada, y más que nada la causante de ese pasado Choi Irene, su antigua ex novia, ex mejor amiga y ex dama de compañía.

Un grito llamó la atención de todo el palacio al presenciar como Kim Jennie tenía arrugas en su cara y Lalisa chupaba su dedo.

—¡Mi Reyna las jovencitas fueron hechizadas!—Chillo Sofía cargando a una Lisa de 7 años y viendo a una Jennie con mucha vejez.

—¡Santa Marta, Jennie se te cae el cabello!.

—¡Se me cae la vida!—Grito Jennie, lisa mirando a su prometida sonrió.

—Aun siendo abuelita estás bella mi mujer—Le miro enamorada bajando del regazo de Sofía besó los labios de Jennie.

Sofía se desmayo, y Chaeyoung bueno quería colgar la cabeza de Irene en las puertas del palacio.

Lisa jugaba con los pescaditos del estanque, decidieron ir a un mago del lago. La princesa no podía casarse con una vieja, pero lisa lejos de estar preocupada estaba feliz porque de una manera un tanto rara había llegado a la vejez con su chica.

—Entonces ¿Qué se siente estar anciana Jennie?—Le miro la niña con curiosidad, en  espera de una respuesta.

Esa respuesta no llegó Jennie se había dormido.

—¡Jennie despiértate!

—¡Las hadas comen!—Chillo Jennie sin entender nada y con dolor de muelas.

—Si de vieja no me entiendes no quiero saber cómo nos comunicaremos cuando de verdad lo seamos.

De nuevo no contestó se había vuelto a dormir.

La Reyna salía con el mago, que sonriente tiro al lago a las dos jóvenes.
Gritos por parte de lisa, y Jennie aguantaba la respiración por ver a los pececitos.

Minutos después ambas salieron de este con sus aspectos juveniles, Jennie besó su cabello extrañando lo si tardaban más estaba segura su cabeza sería toda pelada.

Lisa en cambio seguía dramatizando que se ahogaba.

—Ya sal Lis estás igual que siempre.

—Nooo, yo quería seguir chupando mi dedito—La Reyna suspiro pagando al mago, este le sonreía contento.

—Recuerde Reyna el hechizo no se irá totalmente, volverá en la tarde. Deben encontrar a la bruja real o pueden quedarse con ese hechizo por el resto de su vida.

—Lo que diga, gracias por sus servicios compermiso—Las haditas del bosque miraban maravilladas la elegancia de las tres mujeres, con cuidado picotearon en hombro de la monarca que con felicidad las acaricio.

—Señorita la bruja real vive en una casita de árbol suele dejarnos mucha comida—Las chismosas haditas seguían contando dónde vivía Irene, al despedirse como regalo le entregaron una hojita de cristal como mapa para poder encontrar a la bruja.

El camino al castillo fue tranquilo, pero muchos recuerdos abrumaban a la bella majestad. Recordaba el primer otoño como princesa dónde conoció a su dama de compañía una niña risueña que amaba traer bellotas al palacio, jugaba con la magia, esas travesuras con la magia un día le llevó a lastimar al amor de su vida.

La lluvia chocaba con las ventanas del palacio, ambas jóvenes miraban como las bellotas peinaban los risos de Chaeyoung.

Irene amaba mucho a la princesa quería poder ser algo más que amigas, pero la maldición de que un monarca y un brujo se lleguen a unir desataría caos en el mundo.

Decidieron desafiar esas leyes, pero Chaeyoung se arrepintió dejando sola a Irene el día que se casarían. Dejando su corazón en manos de un niño curioso.

El día de la boda Irene asistió rota, sus ojos notaban cansancio aún tenía una pizca de esperanza por qué Chaeyoung volviera. Que volviera a sus brazos y poder ser felices el mundo se podría ir al diablo, Irene era capaz de sacrificar a cualquiera por su amor.
Ella era la villana, pero el amor de un villano parecía ser más duradero que el de un héroe.

—No Irene, amo a mi rey. Vete de mi palacio, debo ser la mejor monarca y si para lograr eso tengo que rechazar tu amor y desterrarte lo haré me importa más mi pueblo que un amor.

—Bien Chaeyoung, eliges tus deberes por sobre tu felicidad. Se infeliz toda tu miserable vida pero seré siempre el maldito recuerdo de tu tormentoso pasado.

Y así fue, quería a al rey pero su corazón siempre la hacía sufrir por comparar los besos de el con los de Irene.

Su Irene humilde se había vuelto una bruja malvada disipó enfermedades en su pueblo  mató a sus padres y envenenó el lago.

Irene tenía razón era el maldito recuerdo de su tormentoso pasado, cuando la recordaba hacia que sus emociones más profundas y venenosas la atacarán.

La ilusión de su tacto la quemaba y temía caer en ese vacío llamado infelicidad.

Entras fácilmente sales destrozado, como si fueras un solo pedazo de carne viviente.

El amor le detestaba, el amor la hacía sufrir.
Almenos el universo se hizo cargó de juntar a su hija con Jennie que cuidaría bien de su niña.

El amor de Jennie era puro, el amor que tuvo Chaeyoung fue un veneno directo al corazón.

😚 No me vuelvan a creer ayer me dormí viendo Rocky.
Sin duda quiero hacer un fic con las chicas siendo boxeadoras pero no terminara muy bien, de todos modos ¿A cuántos les debo terapia?

Cuidense gente espero les haya gustado chau besitos...