Capítulo 11

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Narra Willy:

-¿Se puede saber en que pensáis? Ninguno de los dos ha abierto la boca en toda la mañana, ¿qué pasa?

Mangel y yo miramos a Staxx, sin embargo ambos continuamos en silencio. Yo no sé que le sucede a Mangel, pero sí lo que me pasa a mí. Y es Samuel de Luque. Ese imbécil ayer me besó sin mi permiso, joder. Ni que yo fuera gay, sin embargo aquel momento no se va de mi cabeza. Sobretodo por el dolor inmeso que sentía entre mis piernas. ¡Maldita sea!

En ese instante, desvío mi mirada hacia Lanita y Luzu, ambos hacen muy buena pareja, son felices y eso me alegra. A pesar de que aún siento algo por ella, es como si hubiera pasado a segundo plano, algo que me preocupa. Me preocupa por quien ha pasado a primer plano, maldito Vegetta...

Por delante de "nuestro" árbol, vemos pasar a Rubius, Vegetta y Alexby, sólo este último nos saluda, ya que los otros dos parecen inmersos en una interesante conversación. Algo que no llego a escuchar. Resoplo y me tumbo en el cesped. Cierro los ojos dejando que los rayos de sol bañen mi cara y la leve brisa me acaricie. 

-De verdad, chavales, estáis rarísimos. Yo no sé que coño habéis desayunado hoy.

Noto como Staxx se levanta pero no abro los ojos.

-No te enfadeh...

-No, no me enfado Mangel. Me voy a clase, que esta hora no me viene nada mal. Ya nos veremos.

Siento sus pasos alejándose y abro los ojos para mirar a Mangel. Ambos hablamos a la vez.

-¿Y a ti qué te pasa?

También al mismo tiempo, los dos suspiramos y comprendemos que ninguno de los dos va a decir nada. Mangel mira a un punto fijo, pero cuando voy  a seguir su mirada la aparta rápidamente para levantarse.

-Noh vemoh luego.

-¿A dónde...?

Pero no me deja continuar, se aleja corriendo y veo como se mete en el callejón de la parte de atrás. Suspiro negando y decido no seguirle. A mi cabeza vuelve Vegetta, le busco con la mirada pero no le encuentro. Resoplo y vuelvo a cerrar los ojos.

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Narra Mangel:

-Noh vemoh luego.

-¿A dónde...?

No dejo a Willy continuar, corro hacia el callejón por donde se metió Rubius y entro también. Me lo encuentro apoyado en la pared mirándome con una sonrisa que termina por volverme loco. Le miro embobado hasta que él rompe el silencio.

-Pero bueno, ¿no te vas a acercar a darme un beso?

Sin caber en mí del asombro, me acerco a él y juntamos nuestros labios, en el, posiblemente, mejor beso de mi vida. 

Tras separar un poco mi cabeza, le miro a sus ojos verdes sonriendo. Aún sigo sin creerme esto que me está pasando, es increíble como todo cambia en poco tiempo. Hace dos días estaba llorando porque Rubius me insultó, y ahora estoy viviendo una historia de amor a escondidas con él mismo.

-¿No vah a clase?

-¿No prefieres quedarte conmigo? Es la única forma de estar solos sin que nos molesten.

Asiento y sonrío ante esa propuesta y ambos nos sentamos en el suelo. El timbre suena y la gente entra en clase, todos menos nosotros. 

-Mangel, me acojona todo esto.

Le miro extrañado y acaricio su mano.

-¿Todo el quéh?

-Todo lo nuestro. Nunca me había pasado esto por nadie, y mucho menos por un chico. Siento que te necesito a mi lado a todas horas, y eso que no llevamos ni un día juntos. Tengo miedo.

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⏰ Última actualización: Mar 25, 2015 ⏰

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Amar es de cobardes... ¿O de valientes? (Wigetta, Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora