1. Operación: novio para Jinsol

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- No lo sé Jungeun, él me dijo que iba a hacerlo.

La mencionada rodó los ojos recostándose en el sofá.

Llevaba poco más de dos años escuchando la patética historia de amor se su mejor amiga, Jeong Jinsol. Y aunque todo estaba claro, ella parecía no querer verlo.

- Jinnie - suspiró fastidiada - Te ha dicho las mismas palabras de siempre ¡Hablo en serio! Cada vez que nos reunimos, me cuentas lo exactamente lo mismo, ni siquiera se esfuerza en cambiar - su mejor amiga bajó la mirada, tratando de contener sus lágrimas - No quiero herirte, pero está jugando contigo y lo peor de todo es que estás consciente de eso.

- Pero Jungie, sé que me quiere, puedo sentirlo. Anoche estuvo aquí y no le importó pasar más tiempo de lo acordado. Algo está cambiando.

- Lo único que no cambia es la maldita situación. ¿Va a divorciarse? - la azabache negó - ¡Ahí lo tienes! Eres su amante Jinnie, él jamás dejará a su esposa.

- Él no me miente, tampoco es sencillo. Dai lleva años junto a su esposa y le tiene un inmenso cariño.

Nuevamente Jungeun no se limitó en sus expresiones, sintiendo asco al escuchar aquel nombre japonés que atormentaba a su amiga.

- ¿Y qué hay de ti Jinsol? Sí claro él la quiere ¿Pero qué está dispuesto hacer para demostrarte su amor? - al percatarse de su tono de voz, contó hasta tres, relajándose un poco - Sigues caminando en círculos.

- Me propuso ir a Japón - aquella fue la gota que terminó con la paciencia de la rubia. Estaba cansada de tener que soportar lo ciega que su mejor amiga era - Y yo acepté.

- ¿Cuándo? ¿Un fin de semana? No espera ¿será como el año pasado que vacacionaron cerca del bosque y te abandonó a media noche porque a su esposa le dolía la cabeza? - el corazón de Jinsol se estrujó con fuerza al recordar aquel día. No, no era un dolor de cabeza, su mujer había sufrido un desmayo incitando a un posible embarazo lo que ocasionó días terribles para la clandestina pareja. Dai le prohibió verse durante casi un mes, pero para su buena suerte, todo había sido un malentendido.

- Un año, me voy el próximo mes.

- ¿Un año? ¿Y tú le crees? ¿De verdad? - suspiró - Espera... ¿Cómo que el próximo mes? - parpadeo varias veces - No puedes irte el próximo mes, abriré mi galería y prometiste ser la madrina.

- Perdón.

- No, no perdón - se puso de pie - ¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta que ese hombre no te quiere? - alzó la voz - ¡En serio Jinnie! Eres hermosa, jóven y maravillosa, y él solo es un estúpido egoísta que se aprovecha de tus sentimientos.

- Tal vez... pueda escaparme y venir para la inauguración.

- ¡Olvida la galería! No se trata de eso ¡Ni siquiera se trata de mí! - desesperadamente peinó su cabello hacia atrás - Te adoro Jinsol, pero es momento de que comiences a pensar más en ti.

Un fuerte portazo logró que Heejin brincara de su asiento, asustándose mientras derramaba un poco de cereal sobre la mesa.

- ¡Estoy harta!

Intentó limpiar inútilmente y miró a su ex compañera de clases y ahora roomie cruzar la sala hecha humo  - ¿Ahora qué sucede?

- Es verdad lo que dicen Heekkie, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

- Ah, Jinsol.

- Sí, Jinsol - se desplomó sobre el sofá frente al televisor - No entiendo cómo no se da cuenta.

El novio de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora