Jungeun desconocía cuando se convirtió en una persona tan inteligente.
Oculta en el baño, intentaba controlar su respiración agitada, siguido de observar su rostro en el espejo.
Se veía bien, atractivo como siempre y su cabello estaba perfectamente acomodado. Con la única excepción que sus expresiones eran un caos.
Nuevamente sintió el bolsillo de su pantalón vibrar y se asustó, esperando a que la mayor colgara la llamada y una vez que esta lo hizo, apagó finalmente el dispositivo.
- Adelantate. Mientras la saludas, necesito ir al baño.
Había dicho de manera educada y totalmente calmada que hasta a ella le sorprendió lo buena actriz que podría llegar a ser.
Suspiró nuevamente y salió del cuarto de baño. Se acercó con una sonrisa observando a Jinsol curiosa mientras veía su celular.
- Es extraño, no me respondió.
- Tal vez está dormida - se sentó frente a ella.
- Tal vez - concluyó no muy convencida, pues conocía perfectamente los horarios de su mejor amiga. Sin embargo, supuso que el exceso de trabajo y la preocupación por la galería, la estaban agotando, así que la idea de una Jungeun dormida, no estaba tan fuera de la realidad.
- Perdona, se me quitó el apetito - aún con algo de nervios en su sistema, Lippu habló.
- Pero Lip, tu plato está vacío - sonrió y la menor bajó su mirada; era cierto.
- Oh - murmuró apenada - Estaba delicioso.
Jinsol sonrió y nuevamente había algo en su expresión que Jungeun no podía dejar de ver.
- Gracias por aceptar cenar conmigo, sé que son pocas las veces que nos hemos visto pero necesitaba distraerme y lo has conseguido, así que gracias.
- Para mí es un honor - su mano atravesó el trayecto de la mesa hasta en encontrar la suya y la apretó.
- Tus manos son muy suaves - inconscientemente, la azabache confesó, mirando su mano impresionada. Al sentir su mirada, la apartó incómoda - Oh lo siento, no quería ofenderte.
- No, no es nada de eso, solo... siempre me he sentido inseguro por mis manos. Ya sabes los hombre deben tener manos fuertes - gruñó, provocando que una inocente sonrisa se dibujara en su rostro.
- Tal vez la función de las manos del hombre debería ser sostener las de su mujer - susurró triste.
- Yo podría sostener la tuya - de nuevo tomó su mano y Jinsol lo miró sorprendida - No, lo que quiero decir es -
- ¿Quieres ver televisión? Hay un programa que seguro te encantará.
Oh no, no de nuevo, Jungeun quiso rodar los ojos. Conocía perfectamente a qué programa se refería y lo odiaba, no tenía intención de pasar la noche viendo documentales sobre pirámides y cosas que para ella no tenían sentido.
Aprovechó de su historial viéndolo con Jinsol y orgulloso dijo que conocía el programa, y lo veía todas las noches, logrando atrapar a la mayor. No obstante y a diferencia de las ocasiones anteriores. Mientras escuchaba sin importancia al narrador hablar sobre las Cruzadas, su atención se fijó en Jinsol.
Estaba sentada en el sofá de su sala frente al televisor con las piernas abrazadas a su cuerpo. Tenía una cara de concentración mientras atenta escuchaba y desbordaba paz. Jungeun no lo había notado antes ¿Por qué jamás lo había hecho?
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El novio de mi mejor amiga
AcakAnte el fracaso de Kim Jungeun por encontrar al hombre perfecto para su mejor amiga Jinsol, decide convertirse en el amor de su vida. [FANFIC CORTO] *La historia está basada en su totalidad en FICCIÓN, los personajes originarios de "LOONA" son utili...