8. El comienzo

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Finalmente el jueves llegó. 

Jungeun esperó ansiosa la llegada de su mejor amiga. Sin saber porqué se esmeró más en su aspecto. Sin dificultad memorizó la técnica de maquillaje de Hyunjin logrando ponerla en práctica y agradeció de ser convencida, pues su cabello hacía todo más sencillo. También disfrutó las prendas masculinas, sintiéndose más cómoda que al estar sobre unos dolorosos zapatos altos y un diminuto vestido. Extrañaba sus uñas largas, pero el alivio de no tener que preocuparse por mantenerla fue mayor. 

La vio llegar y sonrió, pero Jinsol simplemente entró cabizbaja al local, posicionándose en una mesa en el fondo. Aquel acto decepcionó a la menor, no esperaba que su mejor amiga saltara de alegría a su lado pero el desinterés en ella rompió sus ilusiones. 

Sin embargo no todo era malo. Ayer por la tarde recibió un mensaje de Jinsol agradeciendo por el café a lo que respondió un corto "de nada y buenas noches". No quería adentrarse a una conversación profunda y forzada aparentando estar intensamente interesado. 

Así que tomó ventaja de situación y no pensaba marcharse de ahí si no era con Jinsol. 

- Cuan triste es la escena. Mientras el día florece ante los más bellos rayos del sol, las cuatro paredes rodeadas de libros guardan nubes protagonistas de las más terribles penas. Llueve en cada rincón, encharcandose en la orilla de tan oscuro lugar. Una silueta con vestido rojo parece no poder liberarse del huracán, pero al alzar la mirada he descubierto que sus ojos tienen el desagüe perfecto para acabar con la inundación y es en aquella mirada celestial donde se esconde el secreto y la decisión de seguir lloviendo o florecer junto al sol. 

Al recibir el mensaje, rápidamente levantó la mirada, echando de prisa una búsqueda del remitente. Cuando se encontraron, Jungeun apretó los labios y con una sonrisa preocupada, saludó con la mano a la distancia. 

Respetó su espacio y agradeció cuando Jinsol decidió acercarse a ella - No pensé volver a verte.

- ¿Tan mal estuvo mi atrevimiento de los días pasados? - la mayor negó. 

- No pero - 

- ¿Tienes algo que hacer? - interrumpió - Hay un restaurante aquí cerca que me muero por probar. 

- Oh, yo... si tengo planes - Jungeun lo supo de inmediato y su cuerpo se llenó de coraje.

- No puedes saltarte las comidas, además, me interesa discutir contigo algunos temas de historia. Perdona mi insistencia pero comprenderás que no es tan fácil conseguir a alguien con tus mismos gustos. 

Jinsol sonrió y suspiró. Jungeun tenía razón, necesitaba revelarse contra Dai para recibir el trato que se merece - Está bien, pero nada lujoso.

- ¿Bromeas? La pizzería está a solo unos pasos.

Jungeun optó por lo más simple: Pizza. No iba arriesgarse a probar cualquier otra cosa y quedar en evidencia. 

Sonrió victoriosa cuando en determinado momento de la tarde, la mayor apagó su celular - Entonces ¿vives solo?

- Sí, ¿y tú? - después de un largo debate sobre temas intrigantes para Jinsol, algunos aspectos personales salieron a flote. 

- Sí - mordió la rebanada. 

- No... ¿tienes pareja? - preguntó con miedo, intentando no ser demasiado intensa. 

- No ¿Qué hay de ti? - se sorprendió ante su respuesta. Era obvio que Jinsol no tenía una relación formal, pero su corazón no estaba disponible. 

El novio de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora