9. La tía de Jinsol

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- ¿Quieres venir a cenar mañana?

Jungeun se sorprendió al recibir el mensaje.

Tan pronto envío tan atrevida revelación, cerró sus ojos arrepintiendose de sus palabras. Sin embargo el sonido de una respuesta la hicieron abrirlos nuevamente.

Pasó la mañana del viernes arreglando sus últimos cuadros. Desde que abandonó el dibujo, quiso explorar el mundo de la pintura, comenzando por sencillos pero hermosos cuadros abstractos. Tuvo la fortuna de conocer el ambiente y saber por dónde moverse, así que no le fue difícil contactar a uno de sus ex profesores de la universidad y platicarle su nuevo proyecto. Su asesor le brindó ayuda y la relacionó con un antigüo conocido que deseaba abrir una galería.

Y ahí de encontraba, a unas semanas antes de la inauguración, retocando los últimos detalles de los lienzos antes de partir hacia su cita con Jeong Jinsol.

- Y así fue como mi tía huyó, dejando a su novio en el altar.

Jungeun reía honestamente. Conocía la historia a la perfección, incluso había sido testigo de como la hermana menor de la madre de Jinsol tomaba la mano de su dama de honor y escapaba de la iglesia. Era un relato digno de recordar, increíblemente divertido.

- Es una locura, no puedo creerlo - y no lo hacía. Aquella escena había sido tan sorprendente que si Jungeun no la hubiese visto con sus propios ojos, pensaría que le estaba mintiendo.

- Estuvo fuera de la ciudad como por 3 años - la ahora castaña soltó una carcajada, lo recordaba perfectamente - Ella creía que mi familia estaba molesta por ser lesbiana.

- ¿Y lo estaba? - preguntó divertida, conociendo la respuesta.

- Para nada - respondió con simpleza mientras tomaba de tu copa - Somos una familia pequeña y muy unida, ni siquiera nos interesó que huyera con una mujer, la simple acción de escapar como un ninja fue lo que nos sorprendió - Jungeun comenzó a reír nuevamente sin importarle la escandalosa escena. Jinsol lo veía apenada, era algo introvertida, así que cuando alguien reaccionaba de manera positiva a sus comentarios, no sabía cómo actuar.

Se sintió cómoda ante su risa y pensó que tenía una sonrisa en serio linda, notando un poco más sus facciones, encontrando en ella un toque familiar. Recordó inmediatamente a quien le figuraba y su mente se llenó de recuerdos locos de su juventud.

- ¿Tienes alguna historia así? - preguntó con más seriedad. Lippu se limpió una lágrima.

- No - soltó una leve risa - Si te refieres a dos personas del mismo género amándose, no es extraño para mí, pero si hablas de alguien que huyó antes de formalizar su vida, lamento decepcionarte pero no tengo una historia a la altura.

- Puedo entender un poco ¿Sabes? - sorbio de su copa, llamando a la curiosidad de la menor - Mi tía es al menos 15 años mayor que yo, puedo imaginar su miedo.

- ¿De salir del armario?

- Justo eso, aunque mi familia es totalmente abierta a esos temas, la sociedad era diferente cuando ella creció.

- Sí, tiene sentido - respondió sin tomarle mucha importancia.

- Es curioso... siempre creí que los hombres tenían más tabú al hablar de estos temas, ya sabes por la masculinidad frágil y esas cosas.

- ¿Bromeas? El portero nuevo de tu edificio es todo un galán - Jinsol sonrió. Sí, lo era - No soy gay pero no hay nada de malo en aceptar la belleza de las personas - la mayor asintió, totalmente de acuerdo de su respuesta - ¿Tú qué opinas? - al notar el repentino cambio de actitud de su mejor amiga, se atrevió a preguntar.

El novio de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora