Harry Potter y la orden de dejen de tocarme los huevos

El dúo del caos llega a Hogwarts

Resumen del capítulo: Harry y los demás llegan a Hogwarts junto a Reg, hay dagas, compañeros austados, el profeta por una vez da una noticia decente, y muchas otras cosas, no los voy a spoilear, jiji.

Advertencias: Regulus y Harry con sus dagas, y las típicas advertencias de esta historia.

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-¿Cómo se podía crear un basilisco? –Pregunta Harry al final de la cena el día antes de entrar a clases.

-Necesitas que un sapo empolle un huevo de gallina –Responde Regulus pintándose las uñas de nuevo- Aunque está muy regulado el tema de las gallinas y los reptiles, probablemente para que la gente no ande creando basiliscos por la vida.

-Mmhh –Harry se queda pensativo unos segundos mientras juega con su comida- ¿Y está igual de regulado en todos los países o hay algunos que son más laxos respecto a esas leyes?.

-No. –Responde Sirius tajantemente de que Regulus pueda responder- No quiero basiliscos bebés ni cosas por el estilo paseando por ahí, Harry James. Son criaturas muy peligrosas y letales, no son mascotas que puedas tener y usar para acurrucarte por la noche –Finaliza tomando un trago de su whiskey de fuego.

-Pff, por supuesto que no, cualquier serpiente te mordería o estrangularía si te atrevieras a llamarle mascota o intentaras quitarle su libertad –Responde el joven Potter mirando a su padrino con cara de "duh".

-Me suena a alguien que conozco –Murmura Remus alegremente dándole una pequeña mirada a Regulus quien solo le devuelve una sonrisa inocente- ¿Está nervioso por mañana, cachorro jr.?

-¿Mh? No, no entiendo por qué lo estaría, veré a mis demás amigos y Reg pondrá la escuela patas arriba, nada podría ser mejor –Responde Harry dándole al hombre una sonrisa de Cheshire.

-Aún no puedo creer que Reggie lograra convencer a Dumbledore de dejarlo quedarse en la escuela sin ser estudiante o trabajar allí –Exclama Tonks aún mirando al Black menor con sorpresa.

-No le pedí su permiso, solo le avisé que iría y me quedaría para cuidar de Harry, le gustara o no –Responde el Slytherin tranquilamente.

-Osea que simplemente harás lo que quieras, como siempre –Declara Ron soltando una carcajada.

-Bueno por supuesto, es mi especialidad –Responde de vuelta el joven ojigris.

-No hagan planes extraños, cachorros –Advierte Moony mirando al par con seriedad.

-No tengo idea de lo que estás hablando –Responde Harry apoyando la cabeza en el hombro de Regulus- Nosotros somos unos bebés inocentes, la inocencia hecha persona.

-Si Moons, me indigna que pienses tan mal de nosotros –Aporta el Black menor parándose junto al ojiverde- Nosotros siempre planeamos todo con antelación, si sale mal Harry encuentra una solución sobre la marcha –El par se despide rápidamente y se van a la habitación del mayor.

-Van a hacer un desastre –Murmura Sirius sobándose las sienes.

-O harán algo magnífico –Responde Tonks dándole una sonrisa feliz a su primo.

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-Aún no puedo creer que haremos esto –Murmura Harry leyendo el libro de animagos que Regulus robó de la habitación de Sirius- ¿Estás seguro de que no se dará cuenta de que falta este libro?

-Tú tuviste la idea cariño, y no te preocupes por el chucho, probablemente pensará que lo perdió en medio del desorden o que lo tiraron a la basura cuando se fue, en todo caso si llega a sospechar será cuando ya estemos en el tren camino a Hogwarts o en la escuela misma. ¿Guardaste los ingredientes que te dije que compraras? –El pelinegro mayor se acomoda en la cama para que ambos puedan leer el libro al mismo tiempo.