Capitulo 3

311 22 21
                                    

ADVERTENCIA: Este capitulo contiene unintento de contenido +18 

~~~~~~~~~~~~~~~


–Por eso me gustas-

-Yo... ¿¡Qué!?- se había olvidado de como respirar, no podía hablar y seguramente su cara delataba su confusión.

Estaba apenas procesando lo que había oído y mientras Luca tenía una cara muy relajada y sonriente como si esta situación fuera cosa de todos los días Alberto estaba rojo hasta las orejas.

-¿Acaso yo no te gusto?- La pregunta de Luca solo provoco una expresión de pánico en el otro chico, ¿Quién preguntaba eso tan tranquilamente?

-Hasta donde sé le gusto a tu hermanita- continuo Luca- y a más personas en este pueblo, ¿acaso no te preocupa que me vayan a robar de ti?- Preguntaba Luca mientras recargaba su rostro sobre su mano, mirando a Alberto de la forma más dulce que podía.

Pero no recibía respuesta así que tomo su mano y continuo –A mí me preocupa que alguien más te robe de mi ¿Sabes?-

Se le estaba declarando, pero Alberto no reaccionaba, no hablaba, no se movía, ni siquiera lo veía a la cara.

Luca soltó su mano con una expresión de decepción en su rostro -Pero creo que quizás me confundí respecto a tus sentimientos, lo siento- se levantó de su silla -creo que debo de irme- pero antes de que pudiera alejarse de la mesa Alberto se paró delante de él y lo tomo del brazo.

-¡Tú me gustas!, realmente me gustas mucho- tenía la mirada baja, no era capaz de verlo a los ojos, era la primera vez en su vida que le decía a alguien que le gustaba, estaba asustado, temblaba, pero no podía permitirle que se fuera.

Luca sonrió ligeramente y se pudo ver en su expresión que había conseguido justo lo que quería.

Tomo entre sus manos el rostro del moreno forzándolo a verlo a los ojos para luego depositar un tierno beso en su frente –Así me gusta, que digas lo que sientes- Le dio otro pequeño beso pero ahora en los labios -¿Te parece si continuamos hablando en otro lado?-

Alberto solo pudo asentir para que Luca tomara su mano y lo sacara de ahí.


Los padres del pueblo no estaban tan equivocados después de todo era verdad que mucha gente iba a ese bar solo en busca de sexo, tanto así que el lugar tenía habitaciones disponibles para los apasionados, habitaciones justo como en la que él se encontraba en ese momento con Luca.

Sentía que no podía respirar, no era su primer beso mas era claro que tampoco el de Luca, este había comenzado a besarlo apenas entraron a la habitación, movía sus labios rápido y parecía que no le era suficiente.

Mostraba ser todo un experto, metía su lengua en la boca del mayor, tocaba su cuerpo, estaba teniendo completamente el control de la situación.

Alberto podía sentir los labios de Luca suaves, con un ligero sabor a alcohol y también uno bastante dulce, al parecer le gustaban las bebidas de fresa. Sus manos también eran suaves y le encantaba como recorrían su espalda y cuello. Ya podía sentir como su cuerpo empezaba a reaccionar ante los besos y las caricias.

Realmente estaba excitado, sentía que las manos que lo tocaban le quemaban la piel y motivado por ello se animó a bajar las suyas un poco más, al trasero de Luca, el cual apretó firmemente. Cuando el más joven se pegó más a él pudo sentir como también ya estaba erecto, no lo pudo evitar y soltó un gemido al sentir sus miembros, aun sobre la ropa, rozarse.

Mientras acariciaba las nalgas de su compañero pudo sentir como él también comenzó a bajar sus manos, pero a diferencia suya sus manos se adentraron en su pantalón, nunca imagino que Luca pudiera ser tan atrevido, siempre lo había visto como un chico tranquilo y penoso, pero no podía negar que le excitaba la situación, estaba gratamente sorprendido.

No planeaba quedarse atrás así que sin dudarlo desabrocho el pantalón de Luca y lo bajo junto con su ropa interior lo suficiente para poder sujetar su miembro. Comenzó a masturbarlo lentamente, provocando que el más joven comenzara a gemir, cortando su beso.

Alberto pudo entonces ver claramente el pene del menor, que para su sorpresa era más grande de lo que esperaba, no era muy grueso, pero era largo.

-¿Te gusta?- Preguntó besando su cuello.

-Sii...- la mano de Alberto era tan grande y su agarre tan firme que Luca ya sentía su miembro húmedo, pero no planeaba correrse aún, el primero debía ser Alberto y él se encargaría de ello.

-Siéntate en la cama- le susurró al oído mientras lo detenía de su labor.

Esas palabras lo emocionaron así que sin resistencia alguna se sentó en la cama. Vio a Luca hincarse frente a él y seguido bajarle los pantalones junto a su ropa interior.

-No tienes nada que temer, soy muy bueno en esto- le dijo, mirándolo inocentemente desde abajo mientras tomaba a su amiguito y le dejaba pequeños besos en la punta.

Alberto estaba impactado, cómo alguien podía verse tan tierno y tan sucio a la vez. La vista era impresionante, Luca comenzó lamiendo sus testículos, metiéndolos en su boca y succionándolos. Lamía toda su longitud cada que sacaba el miembro de su boca para luego volver a meterlo por completo.

Como había dicho, era todo un experto, apenas había comenzado y Alberto sentía que tocaba el cielo. Sus manos apretaban las sábanas en un esfuerzo sobre humano por no correrse, realmente se estaba conteniendo, lo que Luca noto y sin parar su labor tomó sus manos y las dirigió a su cabello.

-Puedes guiarme-dijo como pudo aun con la boca llena -no tengas miedo-

Pero si tenía miedo, no era su primera vez pero tampoco era el más experimentado, no quería lastimarlo, tratando de controlar su calentura solo sujeto su cabeza y lo dejó seguir a su ritmo. La escena no ayudaba mucho para aguantar, Luca no dejaba de verlo mientras lo chupaba como si fuera un caramelo.

Sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, se iba a correr, quiso separar a Luca pero este no lo dejó, por el contrario metió todo el miembro en su boca y comenzó a succionar. Tragó todo lo que salió.

Alberto estaba agitado, talvez era porque Luca realmente le gustaba pero nunca se había sentido tan bien.

Al menor le tomó un instante recuperarse para sacarse la camisa y terminar de desnudar al chico frente a él. Comenzó un camino de besos desde su ingle hasta su pecho.

-Ahora me es mi turno- Luca empujó a Alberto contra la cama para que este quedara recostado y en un movimiento rápido le levantó una pierna y dirigió sus dedos hacia su ano.

-¿Qué estás haciendo?- Preguntó asustado.

-¿Qué crees? Te voy a preparar, no quiero que te duela- Luca ya había sacado un bote de lubricante de un cajón, con el cual bañó sus dedos.

-¿¡Qué!? ¡No!, yo creí que... Que yo...-

-Ya sé lo que creías- lo interrumpió –Pero yo seré el activo- dijo con una sonrisa pícara mientras comenzaba a introducir un dedo en el mayor.


Continuara...


Aprovecho para agradecer a las personitas que estan leyendo esto <3 realmente crei que esto moriria solo : )

💗 DULCE TRAMPA 💗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora